Escribe Nelson:
Foto de: Leonardo Gerulewicz - Jardín del Caracas Country Club.
Y mi texto de palabras raras:
El pillo no horraba sus atenciones para con la dueña de las tierras. La chiqueaba y cocaba como nunca regalándole fisanes robados de un alholí e igüedos mal habidos para convencerla de que lo dejara trabajar su campo. La mujer era desconfiada por experiencia y había oído cómo lo malsinaban. Por eso no le iba a dejar ni los peces. No iba a creer lo que le contaba ese tipo que solo sabía pillear.
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