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24 de noviembre de 2020

DLE - Actualización 2020


La Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) han emprendido ya las tareas de redacción de la nueva edición de su Diccionario de la lengua española(DLE), que tendrá las características fijadas en la planta aprobada por todas las Academias de ASALE. Con el objetivo de que el desarrollo de esa nueva edición, forzosamente lento, no retrase la inclusión de nuevas palabras y acepciones ni la modificación de las ya incorporadas que necesiten enmienda, se ha optado por publicar estas actualizaciones anualmente.

La que ahora se pone a disposición de todas las personas interesadas recoge las modificaciones aprobadas por todas las Academias en 2020 y tendrá la consideración de versión electrónica 23.4.

Muestra de novedades DLE 23.4.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Tomad de: Diccionario de la Lengua Española

15 de diciembre de 2019

DLE

Los diccionarios se clasifican según su función de la siguiente manera:

• Diccionarios léxicos (o de lengua)
• Diccionarios de idiomas (o bilingües)
• Diccionarios normativos
• Diccionarios descriptivos (o de uso)
• Diccionarios de sinónimos y antónimos
• Diccionarios etimológicos
• Diccionarios ideológicos
• Diccionarios de dudas
• Diccionarios enciclopédicos

Para saber más sobre el diccionario, visita: Diccionario de la lengua española

24 de enero de 2017

Una reliquia

Un diccionario de 1956.

Este DRAE pertenece a Johnny Urdaneta, quien lo ha conservado en perfecto estado, busca quien se lo cambie por una table con wifi - jejeje - es broma.

14 de octubre de 2015

RAE - DLE


















La nueva aplicación de consulta de la 23.ª edición, que amplía las posibilidades de búsqueda y permite la navegación dentro del Diccionario, se encuentra accesible en la siguiente dirección: pulsando aquí. Rogamos lo tengan en cuenta para futuros accesos y para actualizar los enlaces publicados en páginas externas.

3 de junio de 2015

Los 2.338 venezolanismos en el DRAE 23

FRANCISCO JAVIER PÉREZ - 1 DE JUNIO 2015 - 12:01 AM

El día 8 de mayo del presente, apareció publicada en el diario caraqueño Últimas Noticias una excelente entrevista que me hiciera la periodista Jenny Ramírez M. Su título: "Diez palabras venezolanas que están en el DRAE", ha causado, de manera involuntaria, algunas contradicciones y muchas dudas sobre lo que realmente quería darse a entender sobre la presencia del léxico venezolano en la obra aludida. El primer párrafo de la nota venía a complicar más la comprensión de lo que quiso hacer la periodista, al señalar que: "El presidente de la Academia Venezolana de la Lengua, Francisco Javier Pérez, informó que diez venezolanismos fueron incluidos en la edición 2014 del diccionario de la Real Academia Española". Escrito de esta manera, se estaría diciendo que el nuevo Diccionario de la lengua española, obra de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, publicada el año pasado en su vigésima tercera edición, popularizado como DRAE, habría incorporado, apenas, diez voces venezolanas para esa edición; siendo las felices elegidas: borona, chamo, emparamar, faramallero, leche (suerte), mecate, pana, pasapalo, rasca y sócate. La intención al dar esa lista de voces a la periodista, cosa que efectivamente hice, no era otra sino que pudiera contar, en vista de que la edición 23 de este diccionario no se ha comercializado aún en Venezuela, con algunos venezolanismos existentes en esa obra y que le sirvieran para usarlos como ilustrativos ejemplos para su nota. La escueta selección, aquí, vino a sustituir abruptamente al todo, al punto de borrarlo completamente.

Nunca un disparate así ha debido quedar escrito. Nunca yo informé que esas voces eran ni las únicas que habían sido incluidas en el último DRAE (ni que todas ellas lo habían sido, tampoco), sino que esas voces estaban incluidas en el repertorio del célebre diccionario, algunas, desde hacía ya mucho tiempo. Certificar eso por mi parte habría sido a todas luces imposible, pues he dedicado toda mi carrera y todos mis esfuerzos de estudio para lograr lo contrario: enriquecer el diccionario de la lengua con el español venezolano y proponer mejores formas descriptivas para nuestras voces. En honor a la verdad, y con plena exactitud numérica, hay que señalar que el DRAE 23 consigna un total de 2.338 voces o acepciones venezolanas y que esta cifra, aumentada edición tras edición, habla del empeño de los académicos e investigadores a ambos lados del Atlántico por hacer cada vez más completa la representatividad de la lengua de nuestro país en el diccionario más importante de la lengua española.

Hecha la aclaratoria, me parece conveniente aprovechar el equívoco para ofrecer algunas reflexiones que se desprenden de la situación de confusión misma que se generó y de la naturaleza de los diccionarios. Fundamentalmente, serían dos las que quiero desarrollar: lo cuantitativo en el diccionario como argumento de representatividad y el carácter de inconclusión permanente de los diccionarios.

Sobre lo primero, habría que decir que el número de voces venezolanas en una obra como el DRAE no es nunca garantía de verdadera representatividad del léxico del país. Está claro que la cantidad cuenta, en especial cuando se trata de cifras bajas, pero cuando hablamos de más de un par de miles de voces ya debe entenderse que ellas están ofreciendo un cuadro medianamente competente para definir, al menos en sus rasgos permanentes, el léxico venezolano en los diccionarios generales (otra cosa sería si estuviéramos considerando lo cuantitativo en diccionarios regionales, pues estos deben ofrecer el mayor número de voces de una comunidad hispanohablante con la finalidad de afinar y refinar al máximo los elementos distintivos y los aportes descriptivos que ellos comporten). Sería un error de técnica pretender que en un diccionario general de la lengua, sumatoria de las muchas parcialidades que vienen a integrar ese conjunto, se dieran los detalles más locales sobre el léxico o se incluyeran voces que ni siquiera en sus países de origen tienen una significación tan general como se piensa. El exotismo léxico siempre ha pesado mucho en lexicografía regional del español. Los diccionarios generales se entienden como frescos amplios de una lengua y por ello deben reflejar lo que tiene significación para el gran conjunto y no para una de las particularidades de ese conjunto.

Sobre lo segundo, debe insistirse en la comprensión de la naturaleza inconclusa de los diccionarios. Siempre parciales y nunca totales (ideal que no alcanzan ni los diccionarios históricos ni los tesauros de una lengua), los diccionarios, tanto los generales como los regionales, adolecerán por definición de una imposibilidad de exhaustividad. La lengua misma, por su riqueza inagotable y por su infinitud, ha pautado así los límites permitidos para que pueda ser compendiada y definida en su carácter total. Contrasentido donde se lo quiera, la infinitud de la lengua se enfrenta a la finitud de los recursos posibles para que ella se nos presente plena en grado sumo. Experiencia de siglos practicada por la lingüística ha llevado a una definición de la lengua como sistema finito de recursos con infinitas posibilidades comunicativas. Así, pues, la tarea del diccionario deviene en utópica gestión. La discusión, en otro sentido, se enturbia cuando de crítica lexicográfica se trata, pues no puede invocarse el principio anterior como justificación de carencias y errores de todo tipo (recurso justificador muy manido por los malos lexicógrafos que, en cuenta de sus pobres realizaciones, muy pronto vienen a  recordar la imperfección inherente a la naturaleza de este género de trabajos).

Los 2.338 venezolanismos en la última edición del diccionario académico no están queriendo decir que la lengua de Venezuela se reduce, por más amplia e importante que esa selección sea, a ese sólo y único conjunto de voces y expresiones. Indica la cifra que ese número de voces, por los momentos, han pasado al diccionario como manifestación clara de un léxico distintivo de lo venezolano frente a las formas del español general (que no es el español de España solamente, sino el de todas y cada una de las comunidades nacionales en donde la lengua española tiene arraigo y vida en el tiempo presente).

Los 2.338 venezolanismos en la última edición del diccionario académico están, por otra parte, diciéndonos a los académicos e investigadores venezolanos de estas áreas (y de esta honrosa y sucinta lista excluyo a los advenedizos, aventureros y chapuceros que no dejan de aparecer de tanto en tanto como grandes sabedores de lo que es la investigación léxica de nuestro español; disciplina seria y de altas exigencias, seriedad y exigencia que muchas veces parecen no ser necesarias frente a la aparente facilidad con que el propio diccionario deja grabada en su fachada decodificadora pulcra y sencilla), que debemos hacer cada vez mayores y mejores esfuerzos para lograr mejores y mayores aportes al DRAE; al día de hoy, la mejor y más completa imagen lexicográfica de nuestra lengua.

Enviado por: Irama Toledo

11 de mayo de 2015

10 venezolanismos en el DRAE

El presidente de la Academia Venezolana de la Lengua, Francisco Javier Pérez, informó que diez venezolanismos fueron incluidos en la edición 2014 del diccionario de la Real Academia Española.

Borona, chamo, emparamar, faramallero, leche (suerte), mecate, pana, pasapalo, rasca y sócate ya son vocablos venezolanos con el reconocimiento de la RAE.

“Los venezolanismos son palabras y expresiones que nacen de nuestro modo de hablar, se conocen y se interpretan por venezolanos”, dijo Pérez a Últimas Noticias.

En cuanto a su definición, consultamos el diccionario de la Real Academia Española.

Borona (cuarta acepción)
Chamo, a
Emparamar
Faramallero, ra
Leche (octava acepción)
Mecate
Pana
Pasapalo
Rasca
Sócate

Enviado por: Irama Toledo

29 de octubre de 2014

La multiculturalidad vive en el DRAE

Luego de 13 años, la Real Academia Española añadió a la publicación 5.000 palabras y 195.439 acepciones, entre ellas los nuevos vocablos tecnológicos y términos que definen las relaciones humanas 

KARLA FRANCESCHI C.
KFRANCESCHI@EL-NACIONAL.COM 
29 DE OCTUBRE 2014

La Real Academia Española revela su multiculturalidad y su interés panhispánico al incluir en la 23º edición de su diccionario otras 5.000 palabras y 195.439 acepciones o actualizaciones. Un trabajo que tomó más de una década y que, además, agregó al lexicón 2.376 páginas.

Pedro Álvarez de Miranda, académico y director del proyecto, declaró al diario español El País que se han eliminado entradas y depurado significados.

El nuevo DRAE es testimonio de la evolución del español –hablado por 47 millones de personas en España y por más de 400 millones en América– en términos tecnológicos, de relaciones y de  incorporación de extranjerismos en el lenguaje cotidiano. Y es a su vez un retrato de los cambios vertiginosos que la sociedad de la información ha sufrido.

Algunas incorporaciones que registran el peso de las redes sociales en la vida diaria de los hispanohablantes comienzan por la T: “tuitear” y “tuit”, cuya grafía en español fue propuesta en 2010 por la Fundación del Español Urgente. 

Otros vocablos son “wifi”, “bloguero”, “hacker”, “teletrabajo”, “pantallazo” e “intranet”.

La nueva edición del Diccionario de la Real Academia Española ha dado un viraje en cuanto al significado de algunas palabras. Del término “femenino” se eliminaron las acepciones débil y endeble, mientras que de “masculino” desaparecieron varonil y enérgico.

“Había definiciones mejorables y es lo que hemos hecho, pero eso no quiere decir que el resultado sea un producto absolutamente aséptico y ajustado a los cánones de una corrección política extrema”, dijo Álvarez de Miranda.

En el caso de “marica”, se explica en la descripción que su uso es despectivo. 

Entretanto, “marido” se define como “hombre casado con relación a su cónyuge”, no necesariamente una mujer. Y como “yerno”, desde ahora se conocerá al consorte masculino de la hija o del hijo de una persona.

Entre las nuevas incorporaciones destacan “homoparental”, que se define como una familia formada por dos personas del mismo sexo. Además, se agregaron “kinder” y “lonchera”, que aunque son parte del habla cotidiana no figuraban en la publicación.

Destaca “amigovio”, que le da un nombre al concepto de amigos con derechos bajo la siguiente definición: “Persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo”.

Se incluyeron los “miguelitos” como “artefactos con clavos grandes” que se usan para pinchar los cauchos de los vehículos. También “limpiavidrios”, “papichulo”, “nocaut” y “birra”, forma coloquial de referirse a la cerveza que proviene del italiano.

Asimismo, se podrá llamar “notero” a los periodistas que recogen, procesan y escriben noticias para radio, televisión o prensa.

“Propagandear” y conflictuar” entraron al diccionario como verbos. Los deportes también tienen sus palabras nuevas: ahora “taquito”, “jonrón” “pícher” y “réferi” son correctas y aceptadas.

Entre los extranjerismos, que seguirán apareciendo en cursiva porque no se han adaptado a la grafía de la lengua española, se encuentran “backstage”, “establishment”, “coach”, “spa” e “impasse”.

LAS CIFRAS

19.000 americanismos se incluyeron en la nueva edición del diccionario
1.350 palabras fueron suprimidas, entre las que se encuentran “boleador”, “fenicar” y “calántica”

Enviado por: Irama Toledo

23 de junio de 2012

Nuevo RAE

La Real Academia Española agregó a su lista de nuevos vocablos las palabras blog, espanglish, SMS, USB y pronto, incorporarán "tuit" y "tuitear"

Madrid.- La Real Academia Española incluyó una nueva acepción a la palabra matrimonio para reconocer las uniones entre parejas homosexuales, según recoge la actualización del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) en internet.

"En determinadas legislaciones, unión de dos personas del mismo sexo, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses'', dice la nueva definición de matrimonio, que se suma a la acepción habitual que de unión entre un hombre y una mujer.

Algunos países de habla hispana como España y Argentina reconocen el matrimonio homosexual en su ordenamiento jurídico.

El cambio en la palabra matrimonio es una de las 1.697 modificaciones introducidas en el diccionario de la DRAE de común acuerdo entre las veintidós Academias de la Lengua Española a uno y otro lado del Atlántico.

Se trata de la quinta revisión del Diccionario impreso de la DRAE de 2001. Otra de las novedades es la inclusión de la palabra espanglish, que se define como la "modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés''.

También se reconocen términos heredados del inglés como blog y bloguero, en referencia a las bitácoras de internet. Y palabras como SMS para los mensajes de texto de telefonía celular y el término USB para designar el dispositivo de almacenamiento de datos en los ordenadores.

El secretario de la RAE, Darío Villanueva, dijo que próximamente se incluirán los términos "tuitear'' y "tuit'', que se usan en los mensajes de la red social Twitter.
Finalmente, la actualización incorpora otros vocablos del habla coloquial, no reconocidos hasta ahora por las Academias. Entre ellos, destaca el término paradón, muy usado en España para definir la atajada espectacular Y meritoria de un arquero.

La RAE dijo que todas las revisiones se recogerán en la próxima edición impresa del diccionario de español, la número 23, que se publicará en 2014.

Tomado de: ElTiempo.com.ve

21 de abril de 2010

Se lee y no se cree

No suelo rasgarme las vestiduras, entre otras cosas porque no me quedan uñas, pero esta vez lo haré.

La multinacional que gestiona los derechos de mi juego favorito, el Scrabble, ha anunciado un cambio de reglas horripilante.

Hace un par de semanas, Mattel hizo público que a partir de julio el clásico juego de las palabras cruzadas admitirá nombres propios.

Hasta ahora, los diccionarios oficiales en las distintas lenguas (en catalán, que es la lengua en la que juego, el DOSC de Enciclopèdia) sólo recogían las entradas de los diccionarios de ámbito general. Es decir, nombres comunes, adjetivos, adverbios, preposiciones, pronombres y opnis (otras partículas no identificadas) como latinajos del tipo ipso facto o sine die.

En la nueva versión que saldrá en julio (en inglés) se aceptarán antropónimos, topónimos e incluso nombres comerciales.

La razón esgrimida es de aúpa: se trata de que la gente joven se lance a jugar.

El argumento de Mattel es que a los jóvenes (británicos, en este caso) el Scrabble les parece un juego demasiado difícil.

Es decir, que combinar siete letras deviene una tarea ciclópea si sólo se te permiten las palabras correctas.

En cambio, si ves en el tablero el verbo clear (limpiar), además de completarlo con los sufijos pertinentes -ed o -ing, a partir de ahora también podrás endilgarle un -asil y quedarte tan ancho formando la marca de tu crema antiespinillas: Clearasil.

Ya se ve que la decisión la ha tomado un experto en marketing que no juega a Scrabble, porque los grandes conflictos se dan siempre ante palabras que podrían estar pero no están en la lista predeterminada que ejerce de árbitro.

Y ya me dirán qué lista cerrada va a contener todos los nombres propios, topónimos y marcas comerciales del planeta. Estará Jameson por el whisky irlandés, pero ¿qué me dicen de la ratafía Bosch? De acuerdo, puede que Bosch esté en la lista por la marca alemana de electrodomésticos, pero entonces ¿qué me dicen de Russet, que es la marca de ratafía de referencia?

¿Se jugará con Google de árbitro?

Cuando, en los ochenta, mi amigo Oriol Comas y yo íbamos a casa de Tísner a jugar con él a Scrabble, al maestro le gustaba tomarnos el pelo colándonos palabras extrañísimas que resultaban difíciles de documentar más allá de su erudición.

Para esquivar sus bromas, empezamos pactando el diccionario de Pompeu Fabra como árbitro, pasamos luego al Alcover-Moll (català-valencià-balear) y al final acabamos jugando con toda la Gran Enciclopèdia Catalana como árbitro.

Pero aun así Tísner nos toreaba asegurándonos que aquella palabreja que se acababa de inventar procedía del náhuatl, lengua con la que estaba familiarizado de su exilio en México.

Eso es lo que sucederá si a alguien se le ocurre aplicar estas nuevas normas del Scrabble. Que topará con un Tísner que le tomará el pelo.

Busco la reacción que la medida de Mattel ha provocado entre los columnistas británicos y localizo un artículo delicioso de Ariane Sherine en The Guardian.

Sherine especula sobre las consecuencias de tener que reemplazar el diccionario Collins por la revista Heat y da un paso más en la simplificación anunciada.

Ya puestos, ¿por qué no aceptar palabras mal escritas, en grafía sms? Sherine le llama Txtspk Scrabble. Luego se anima y aboga por un Creative Scrabble, en el que el jugador inventa sus propias palabras.

Si Mattel pretende exportar su idea a otras lenguas, les brindo un nombre para la versión castellana: Scrabble Vivalavirgen. Seguro que encontrarán a algún cocinero que se anime a apadrinarlo. Esto es el acabose.

escrito por: MariusSerra@verbalia.com
tomado de: LaVanguardia.es

16 de marzo de 2010

Sin edad

Para leer el diccionario, jugar scrabble, estudiar unas palabras nuevas o por diversión...

No pierdas nunca el interés por este maravilloso juego, nutre los sentidos, te mantiene alerta y en la búsqueda de nuevos retos.

Foto: Galería de plaatjesmakers

12 de mayo de 2009

Los gallegos en el DRAE

Los gallegos son un colectivo exten­dido por todo el mundo, reconocidos como trabajadores incansables y creadores de familias numerosas. Va­yas donde vayas siempre encontra­ras un gallego, que te hablará con mo­rriña de su amada Galicia. En la América Hispana, se utiliza el tér­mino gallego como insulto, y motivo de risa. Gallegos son todos los ton­tos y los ignorantes (…)

No es así como los ven en España, ya que Galicia, una de las, Co­munidades Autónomas Españolas, goza del aprecio del resto de los españoles, por su calidez, su hospitali­dad y su cocina. Los que desarrolla­ron la empanada gallega, comida tí­pica rellena de carne o pescado, no pueden ser unos ignorantes. Ni tam­poco los que prepararan sus excelen­tes vinos frescos y afrutados. (…)

Por fin les ha llegado el desagravio, ya que la Real Academia Española retirará "tonto" como sinónimo de gallego.

En e1 2013, cuando vea la luz la vigé­sima tercera edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), desaparecerá este sinónimo.

Lamentablemente en la edición ac­tual (2001), existe el termino despec­tivo "gallegada", como una multitud de gallegos. Pero también desapare­cerá y con ello su significado burlón. Los chistes sobre gallegos han sido siempre chistes sobre españoles. Es­peramos que no sólo desaparezca ese sinónimo en el DRAE, sino también los prejuicios (…)

Es un tema recurrente en reuniones entre amigos contar chistes sobre gallegos y, por supuesto, alrededor de su pretendi­da torpeza. Ciertamente que entre los habitantes de América hay muchos, pero que muchos descendientes de gallegos y yo soy uno de ellos. Espe­cialmente son abundantes en Argen­tina en donde denominan gallegos a todos los españoles inmigrantes.

Así que olvidemos la chanza tan mani­da, como decir, que los chistes sobre gallegos no son tales, sino anécdo­tas.

¡Gallego, a mucha honra!
Manuel Zapatero
mzapatero@cantv.net

1 de enero de 2009

Escribir mejor

MONTERREY, Nuevo León — Gracias a tu practica en el chat ahora escribes más rápido que una mecanógrafa, y puedes entablar más de cinco conversaciones a la vez en el messenger o en el celular, pero te da pena cuando te aclaran: hambre lleva “H”, y Alejandra se escribe con J no con G.

Si este es tu caso despreocúpate porque en internet encontrarás un sinfin de sitios con reglas gramaticales y ortográficas, que te ayudarán a mejorar tus escritos manuales y electrónicos. Algunas, sirven de foro para discutir asuntos relacionados con la lengua, mientras que otras sólo ofrecen teoría.

Así, lo único que necesitas es una computadora con acceso a internet y ganas de corregir tu ortografía porque los sitios ofrecen desde la conjugación de los verbos hasta la sintaxis y la morfología, eso sin olvidarse de los sinónimos y antónimos.

Si quieres presumirles a todos que escribes muy rápido y con buena ortografía, aquí te presentamos algunas páginas con ejercicios, juegos de ortografía, correctores y hasta exámenes en línea.

¿Cómo redactar un buen trabajo?

Si en tu clase de redacción la maestra amenaza con quitarte cinco puntos por cada error que encuentre o lo que es peor, si encuentra más de tres no te recibe el trabajo; quizás te convenga entrar a la página del Tec Milenio. Esta institución cuenta con un Centro Virtual de Redacción, el cual está compuesto por diccionarios, reglas de puntuación, reglas ortográficas y uso de las letras.

También puedes encontrar como hacer un trabajo de investigación, con sus respectivas fuentes.

La importancia de la gramática

Para tener una buena sintaxis, no hay nada como leer, escribir y practicar, por eso la página Indiana ofrece una gran variedad de ejercicios donde el cibernauta puede practicar.

Por ejemplo en los ejercicios relacionados con la conjugación de los verbos, el usuario tiene que contestar un pequeño párrafo con el verbo correcto, y para evitar que haga trampa, este ejercicio no cuenta con respuestas correctas.

La página principal está en inglés, pero tanto el contenido como los ejercicios y las reglas están en español.
Aquí también encontrarás ligas de enlace a diccionarios en línea, páginas con ejercicios de ortografía y un servicio de consulta a la Real Academia de la Lengua Española.

Ejercicios interactivos

Si eres de los que creen saberse todas las reglas de la gramática y presumes de tener una excelente ortografía, el sitio aplicaciones.info, te reta con sus ejercicios interactivos.

Para utilizarlos lo único que tienes que hacer es entrar a la página y dar click en “interactivos”, por ejemplo en los ejercicios de las letras el usuario cuenta con tres opciones, si comete un error la página tiene una opción de ayuda, y al finalizar le da el resultado de sus ejercicios.
Esta página también cuenta con una opción de descarga, pero no está disponible para el mercado mexicano.

¿Seguro que sabes cómo se escribe?

Para comprobar si el alumno sabe o no las reglas gramaticales, nada como un examen sorpresa, por eso el sitio roble cuenta con ejercicios de dictado donde el usuario puede repetir las oraciones las veces que sea necesario y después podrá corregirlas en línea.
Los ejercicios de dictado están divididos en palabras agudas, graves, esdrújulas, acentos y en palabras con “h”, “g”, “j”, “r”, “s” y “c”, entre otras.

Además de la teoría, las reglas, los dictados y los ejercicios, el sitio español también ofrece onomatopeyas, siglas y acrónimos, barbarismos, gentilicios y señala los vicios más comunes del lenguaje.

Apoyo en las tareas

Si al estar haciendo tus trabajos escolares te surgen algunas dudas de escritura, porque el portal de la Secretaría de Educación Pública cuenta con minisitio de apoyo a tareas.

Para utilizarlo, lo único que necesitas es entrar a www.sep.gob.mx y dar click en la sección Para tus Tareas donde encontrarás ayuda para las Matemáticas, Español, Historia y la Química.

En la sección de Español hallarás desde el abecedario hasta las abreviaturas, sin olvidarse de los verbos irregulares.

¿Cuáles son las reglas?

El uso correcto de los signos de puntuación, el uso de las mayúsculas, las abreviaturas y los gentilicios es lo que encontrarás en el sitio reglas de ortografía, ubicado en www.reglasdeortografia.com.

También ofrece algunos ejemplos de palabras que crean confusión al escribirse por ejemplo, sino-si no, a dónde-adonde, aparte-a parte, entre otras. Esta página también ofrece extranjerismos y la escritura de los números.

Todo, tomado de: mienlace.com

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Conéctate a más sitios que te ayudarán a mejorar tu ortografía:

22 de junio de 2008

Diccionario panhispánico de dudas

Este diccionario nace en 2005, y a pesar de que otras veces he hablado de él, en este blog, me gustaría darle una entrada.
[nunca es tarde :)]

¿Qué contiene el diccionario?
I.- El diccionario propiamente dicho ordenado alfabéticamente.

II.- Cinco apéndices:
Apéndice 1: Modelos de conjugación verbal.
Apéndice 2: Lista de abreviaturas.
Apéndice 3: Lista de símbolos alfabetizables.
Apéndize 4: Lista de símbolos no alfabetizables.
Apéndice 5: Lista de países y capitales con sus gentilicios.
III. Glosario de términos lingüisticos.

Para más información y búsquedas dentro del diccionario, visiten Panhispánico

8 de mayo de 2007

Diccionario etimológico


Este breve diccionario etimológico revela los curiosos orígenes de más de dos mil palabras por orden alfabético.

Como verás, a ciertas palabras se le atribuyen varios orígenes. El autor ha tratado de incluir todas las versiones que son interesantes, haciendo notar las que piensa que son verdaderas...

De todas maneras, verdad o mentira, hacen un buen tema de conversación. Su opinión es que todas estas etimologías son "válidas". El hecho de que una palabra ya tenga una historia, no previene que un tiempo después a la misma palabra le den el mismo o diferente significado por alguna otra razón.

Según el Diccionario de la Real Academia Española la definición de "etimología popular" acepta la "interpretación espontánea que se da vulgarmente a una palabra relacionándola con otra de distinto origen".

Además, "válido" es un adjetivo que denota: "Recibido, creído, apreciado o estimado generalmente". Es decir, "válido" no necesariamente tiene que ser verdad. Sólo tiene que ser creído, apreciado o estimado generalmente, o como dicen los italianos: E se non è vero, è ben trovato! (y si no es verdad, ¡está bien compuesto!).

El texto anterior, fue tomado por completo de: Origen de las palabras.

Les invito a pasar horas en el Diccionario etimológico

Y la ilustración es de: Tom Bancroft con un toque A ;)

16 de abril de 2007

Palabras desaparecen del diccionario

Quienes no recuerden que "atraquina" es sinónimo de "atracón", que "churriana" lo es de prostituta o que "acertajo" en el lenguaje coloquial era lo mismo que "acertijo", deberán darse prisa en consultar estos términos en el Diccionario de La Real Academia Española, porque no estarán en su próxima edición. Por una razón u otra, casi siempre porque han caído en desuso, hay palabras que desaparecen del idioma.

enviado por: Irama. Tomado de: "El Universal" (hoy)

12 de enero de 2007

Macor al cuadrado

El texto se encuentra en la carpeta que entregaron a los participantes del Torneo Internacional. Regalo de JLRB.
••

Leila Macor, Periodista uruguaya, hija de nuestra socia Gabriella Pelissero de Macor, sorprendida con nuestro fanatismo por el juego, nos dedicó unas líneas con motivo del X Torneo Internacional de Scrabble® que queremos compartir con Uds.:

El Scrabble® o los chalados de la Lengua
Por: Leila Macor, una fárraga profana


Dos señoras consideraban si al inusitado verbo "garrar", que se usa cuando el ancla de un barco se desprende de su presa, se le puede poner delante un "so" para formar la palabra "sogarrar". Finalmente una admitió con pena: "Es que todavía no estudié el prefijo "so" y ambas decidieron acudir al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), su juez supremo, para dirimir el conflicto y descubrir que la palabra no existe. Ya se conocen al dedillo el uso de los prefijos in, im, ab, ad, co, y los sufijos aso, iso, ito, azo, oso, on, o sea casi todos los morfemas flexivos que se pueden aplicar a la raíz de cada palabra.

Son jugadores profesionales de Scrabble®, el juego de mesa que consiste en armar palabras cruzadas anagramando las letras de que se dispone. Y ante esta revelación uno no sabe de qué sorprenderse más: de que existan jugadores profesionales de Scrabble®, o de los estudios que hacen para alcanzar ese profesionalismo. Porque lo que acabo de contar es apenas la punta del iceberg.

Estos excéntricos de la Lengua no se conforman con conocer extraños vocablos sino que encima tienen el tupé de usalos de vez en cuando. Uno me dijo un día que su ventana mide cuatro jemes. Ante mi estupefacta mirada explicó, fastidiado por mi ignorancia: "es la distancia entre el pulgar y el índice". Ah, caramba, me dije, segura de que ese conocimiento abandonaría mi memoria en cinco minutos. Otros hablan de ovos, como si fuera tan evidente que ovos son los ornamentos con forma de huevo. O comentan cuán desagradable es ronzar, es decir hacer ruido al masticar algo que cruje: papas fritas, lechuga, maní. O es que alguien no sabía cosa tan obvia.

Anualmente se juega un torneo internacional de Scrabble®, donde acuden delegaciones de todos los países hispano parlantes. Este año le tocará a Uruguay recibir a unas 150 personas, entre jugadores y acompañantes, que vendrán de España y casi toda Hispanoamérica. Incluso acudirán algunos colados de Estados Unidos. Y del 6 al 10 de diciembre todos estos chalados lingüísticos que ronzan y miden en jemes estarán compitiendo en el Hotel Four Points by Sheraton para coronar al próximo campeón mundial de Scrabble® en Español.

El que haya jugado Scrabble® alguna vez y, como yo, se queda chocho con sus 250 tiernos puntitos después de pasar dos horas entrecruzando palabras insignificantes como "hola", "casa" y "calor", se sorprenderá de saber que los jugadores profesionales no hacen menos de 400 puntos por partido y a veces superan los 700. Al que no conoce el juego, si quiere tener idea de en qué consiste esta obsesión, le bastará con enterarse de que quienes se lo toman en serio se saben las 89 palabras de dos letras que existen en castellano. En mi visita al Club Uruguayo de Scrabble® me recitaron sin respirar: "ad, ah, aj, as, ax, be, bu, ca, cu, da, di, do, ea, eh ... " y así hasta la zeta: "za". Ahora bien, no les pregunten qué significa ax o za porque no tienen idea: a los scrabblianos no les interesa el significado de las palabras, sino sus posibilidades para entrecruzarse en un tablero. La memoria es selectiva y no la pueden gastar en tonterías.

En la cola del banco estudian vocablos con una sola vocal, como barn, bloc, clac, cinc, clic, dond, dril, flan, plim, surf, volt... que a mí lo único que me sugieren son las golpizas de Batman y Robin con sus archienemigos. En el baño se entretienen con los verbos que forman los colores: amarillear, verdear, bermejear, negrear. Algunos memorizan un par de páginas del DRAE antes de acostarse: supe de uno que narra con comprensible orgullo que ya va por la G. Y como la i es difícil de colocar, además tienen una lista de 100 palabras con íes para aprenderse, bibi, chinín, jipi, chiribitil, lilili, pirris. Y aleluya, una que conozco!: bilis.

Existen. Están entre nosotros. Y una invasión de ellos llegará la semana próxima. No dejemos que estos fárragos lexicómanos malabaristas de las letras nos vean como inanes legos que se aserian cuando el birlí del tintirintín se despulla en la llevanza de un bivirí filipichín. ¿Pitiminí?

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