No se debe abolir la Q, hay que mantenerla
Por Iván Ottenwalder
Siempre he sido un abanderado de que muchas cosas o situaciones en la vida son objetos de debate y en ese tenor les doy la razón a los que abrazan esta tesis.
El scrabble al igual que muchos otros juegos de tablero tiene sus reglas, que buenas o exageradas son las que rigen y dan vida a nuestro querido pasatiempo de las letras, a nuestro juego gramática.
Entiendo a todos los scrabbleros y, me entiendo a mi mismo, cuando nos quejamos o cogemos nuestras rabietas internas o externas debido a que se presentan situaciones en la recta final, o sea, cuando el juego se pone bien duro, quedándonos la letra Q en el atril para colmo sin ninguna letra U o comodín como puente para poder colocar esta consonante tan controversial en el juego.
Es peor, a veces ni siquiera encontramos una U colocada en el tablero que nos sirva de salvación para poder deshacernos de la Q. A veces hay situaciones que podemos colocar la Q combinada con la U, pero entonces no tenemos una vocal E o I para formar algún vocablo existente. Pero este último se da menos que el anterior.
El Scrabble, como bien me decía mi apreciado competidor Sergio Patiño, conocido con el nick de sergiopm, y al cual le concedo toda la razón, se basa en un 33% de estrategia, otro 33% de conocimiento y un 33% de suerte (este tiene que ver con las letras que nos salgan de bolsa). Pero queda un 1% que muchos no sabemos que podría ser. Yo diría que ese 1% puede obedecer a las intangibles (lo que no se puede medir), la mística, el coraje o espíritu de guerra o más bien un excelente manejo de la presión, que va de la mano de una muy buena autoestima alimentada de ego. Esto último ya es otro tema de discusión que lo podré tratar luego.
En casi tres años de vida redeletrera (en Redeletras) he escuchado diferentes opiniones de jugadores (as) alegando que la Federación Internacional de Scrabble en Español (FISE) debe abolir la letra Q del juego, otros sostienen que debería crearse una situación algo ventajosa uniendo la Q y la U como si fuese una sola letra, lo que daría al traste con esto: QU.
No estoy de acuerdo ni con el primero ni segundo planteamiento de nuestros detractores de la consonante Q. ¿Por qué?
Es muy sencillo, todos los juegos de tablero, así como los deportes, algún nivel de dificultad deben tener, algo porqué luchar y dar entrega. Si abolimos la Q del juego o, en su defecto la unimos con la U formando algo como QU entonces estaríamos desnaturalizando el juego, restándole emoción, drama, expectativas. El hecho de que el Scrabble crea (y no siempre) situaciones de incertidumbre con la Q, póngalo como quiera, situaciones molestosas que nos hacen reventar o perder la paciencia, es lo que en efecto le da interés y dramatismo a la partida.
Esas situaciones incómodas con la Q tienen su vital importancia porque pueden marcar diferencias ya sea a favor o en contra de rival alguno. Una letra QU además de alivianar la carga nos la pondría hiper fácil, eliminaría el escalón de la dificultad y el factor suerte entonces sería mayor de lo que sostiene segiopm.
Le podríamos quitar las tinieblas al juego o el dramatismo indeseado, pero entonces y, esto que nos quede claro, haríamos del juego, de nuestro amado Scrabble, UN DISPARATE.
Un juego – pasatiempo donde todo sea fácil, donde no haya dramatismo y situaciones escabrosas o niveles de dificultad, un juego así tiene que morir en el mercado, nadie le haría caso. Un juego que no me ponga a comerme el coco (el cerebro) simplemente no lo juego. Y no es que sea un inquisidor, es simplemente que estoy aplicando mi razonamiento lógico y algo de sentido común.
Sin la Q o con la QU el scrabble pierde emoción y al mismo tiempo estrategia. Sería un juego donde primen el conocimiento y la suerte en mayores proporciones y donde los momentos de recta final perderían mucho dramatismo. Ya lo que era dramático dejaría de serlo. No desnaturalicemos el juego por favor!!!!!
Un error imperdonable que no se puede permitir la FISE es además crear para el juego una letra inexistente como QU. En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española no existe ninguna letra llamada QU, sino Q. Acuérdense que las fichas del Scrabble son letras alfabéticas, o sea las de nuestro abecedario castellano.
Focalicémonos en mejorar nuestro nivel de juego, en ser más competentes, más creativos, más calculadores y astutos como scrabbleros. Que ganar una partida, premio monetario o trofeo tenga un valor importante pero no fortuito. Que nuestra meta sea romper la barrera. Muchos lo intentaremos y quizás no lo consigamos, pero si un día es la Q la que nos catapulte a dicho premio, ¿Estaremos echando maldiciones a diestra y siniestra?
Cada segundo, cada minuto, estoy convencido de que amo más mi juego. Viva el Scrabble!!!!!!!
Por Iván Ottenwalder
Siempre he sido un abanderado de que muchas cosas o situaciones en la vida son objetos de debate y en ese tenor les doy la razón a los que abrazan esta tesis.
El scrabble al igual que muchos otros juegos de tablero tiene sus reglas, que buenas o exageradas son las que rigen y dan vida a nuestro querido pasatiempo de las letras, a nuestro juego gramática.
Entiendo a todos los scrabbleros y, me entiendo a mi mismo, cuando nos quejamos o cogemos nuestras rabietas internas o externas debido a que se presentan situaciones en la recta final, o sea, cuando el juego se pone bien duro, quedándonos la letra Q en el atril para colmo sin ninguna letra U o comodín como puente para poder colocar esta consonante tan controversial en el juego.
Es peor, a veces ni siquiera encontramos una U colocada en el tablero que nos sirva de salvación para poder deshacernos de la Q. A veces hay situaciones que podemos colocar la Q combinada con la U, pero entonces no tenemos una vocal E o I para formar algún vocablo existente. Pero este último se da menos que el anterior.
El Scrabble, como bien me decía mi apreciado competidor Sergio Patiño, conocido con el nick de sergiopm, y al cual le concedo toda la razón, se basa en un 33% de estrategia, otro 33% de conocimiento y un 33% de suerte (este tiene que ver con las letras que nos salgan de bolsa). Pero queda un 1% que muchos no sabemos que podría ser. Yo diría que ese 1% puede obedecer a las intangibles (lo que no se puede medir), la mística, el coraje o espíritu de guerra o más bien un excelente manejo de la presión, que va de la mano de una muy buena autoestima alimentada de ego. Esto último ya es otro tema de discusión que lo podré tratar luego.
En casi tres años de vida redeletrera (en Redeletras) he escuchado diferentes opiniones de jugadores (as) alegando que la Federación Internacional de Scrabble en Español (FISE) debe abolir la letra Q del juego, otros sostienen que debería crearse una situación algo ventajosa uniendo la Q y la U como si fuese una sola letra, lo que daría al traste con esto: QU.
No estoy de acuerdo ni con el primero ni segundo planteamiento de nuestros detractores de la consonante Q. ¿Por qué?
Es muy sencillo, todos los juegos de tablero, así como los deportes, algún nivel de dificultad deben tener, algo porqué luchar y dar entrega. Si abolimos la Q del juego o, en su defecto la unimos con la U formando algo como QU entonces estaríamos desnaturalizando el juego, restándole emoción, drama, expectativas. El hecho de que el Scrabble crea (y no siempre) situaciones de incertidumbre con la Q, póngalo como quiera, situaciones molestosas que nos hacen reventar o perder la paciencia, es lo que en efecto le da interés y dramatismo a la partida.
Esas situaciones incómodas con la Q tienen su vital importancia porque pueden marcar diferencias ya sea a favor o en contra de rival alguno. Una letra QU además de alivianar la carga nos la pondría hiper fácil, eliminaría el escalón de la dificultad y el factor suerte entonces sería mayor de lo que sostiene segiopm.
Le podríamos quitar las tinieblas al juego o el dramatismo indeseado, pero entonces y, esto que nos quede claro, haríamos del juego, de nuestro amado Scrabble, UN DISPARATE.
Un juego – pasatiempo donde todo sea fácil, donde no haya dramatismo y situaciones escabrosas o niveles de dificultad, un juego así tiene que morir en el mercado, nadie le haría caso. Un juego que no me ponga a comerme el coco (el cerebro) simplemente no lo juego. Y no es que sea un inquisidor, es simplemente que estoy aplicando mi razonamiento lógico y algo de sentido común.
Sin la Q o con la QU el scrabble pierde emoción y al mismo tiempo estrategia. Sería un juego donde primen el conocimiento y la suerte en mayores proporciones y donde los momentos de recta final perderían mucho dramatismo. Ya lo que era dramático dejaría de serlo. No desnaturalicemos el juego por favor!!!!!
Un error imperdonable que no se puede permitir la FISE es además crear para el juego una letra inexistente como QU. En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española no existe ninguna letra llamada QU, sino Q. Acuérdense que las fichas del Scrabble son letras alfabéticas, o sea las de nuestro abecedario castellano.
Focalicémonos en mejorar nuestro nivel de juego, en ser más competentes, más creativos, más calculadores y astutos como scrabbleros. Que ganar una partida, premio monetario o trofeo tenga un valor importante pero no fortuito. Que nuestra meta sea romper la barrera. Muchos lo intentaremos y quizás no lo consigamos, pero si un día es la Q la que nos catapulte a dicho premio, ¿Estaremos echando maldiciones a diestra y siniestra?
Cada segundo, cada minuto, estoy convencido de que amo más mi juego. Viva el Scrabble!!!!!!!
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