Por años, luche contra mi temor a la Q, que si te la ahorcan, la tiran a lo último, la cambiaste durante todo el juego y al final la agarraste de nuevo, que si la Q esto, que si la Q aquello…
Luego pase un período, donde U que agarrara, U que me quedaba hasta el final, por si acaso me aparecía la Q, claro que en estos casos, nunca llegaba la dichosa letra.
Hace poco jugué una partida, donde me quede con la Q y la U, sin lugar para jugarlas, el colmo ¿no?
El mito de la Q debe acabar, debemos luchar contra ese enemigo psicológico y que en muchos casos nos vuelve paranoicos.
De ahora en adelante procuremos otro temor. :)
Aquí la original de Quino.
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