De repente me encontré caminando a pasos rápidos.
Avancé de prisa entre hermosas montañas, bellos caminos, otros parajes y llegué a La Morita, un sector del pueblo donde habito. Alcancé lo más alto del sector deteniendo el cansancio mis pasos.
Encontré un recodo cual oasis del camino; echándome a descansar. Me hacia falta, rehilaba aceleradamente.
El día se había presentado nublado y con sucesivos chaparrones. En el momento en que absorbía nuevos bríos, la niebla opacó totalmente el lugar; mi vista se hizo inexistente.
En un momento imprevisto, de la bruma espesa surgió un murmullo, que poco a poco se hizo inteligible.
Las voces decían, ya llegaron los seleccionados, Se oyeron aplausos y vítores. Me di cuenta, que el motivo de mi caminata no solo era para ayudarme físicamente, sino para tratar de pensar en soluciones prácticas, reales e inminentes, para salvar el problema que nos aquejaba, a quienes dirigíamos el movimiento SCRABBLISTICO NACIONAL. La obtención de los recursos para el viaje de nuestra selección y, estar presentes en el venidero Campeonato Mundial de Montevideo Uruguay.
Mi preocupación se convirtió en regocijo cuando del grupo de voces se oía, que ya se contaba con todos los recursos necesarios para cubrir; pasajes, hoteles, alimentación y viáticos.
Que todos los clubes del país habían logrado la acumulación de tales recursos.
Que el logro obtenido, fue producto del esfuerzo y trabajo mancomunado de todos los scrabblístas del país.
En ese momento alce los ojos al cielo y di gracias a Dios, porque al fin se había podido alcanzar, lo que siempre había deseado acaeciera dentro de nuestro movimiento. La unión de todos, la suma de voluntades, en fin, asumir que la unidad era el único modo de llegar a consolidar la actividad que nos ocupa y desvela. Se había logrado un movimiento autónomo, autosuficiente y no dependiente económicamente de terceras personas ajenas a él.
Observé la partida de nuestros muchachos de la selección en una moderna unidad de transporte, rumbo a su destino; el Aeropuerto Simón Bolívar, de donde volarían a la sureña ciudad de Montevideo.
Luego de una excelente participación, obtuvieron el máximo galardón Mundial; el Campeonato Mundial de nuestra disciplina. Ese logro se nos había escapado en México 2003 y ahora lo rescatábamos, trayéndolo de vuelta a nuestras vitrinas.
En ese momento abrí mis ojos, ya no veía las hermosas montañas, los bellos caminos, ni aquel recodo; no oía voces ni vítores, todo ello se había esfumado. Reinaba la calma.
Entonces me percate que me hallaba en mi cuarto, en mi cama. Regresaba a la dura realidad, había despertado, renació mi preocupación, había estado fuera de la realidad por un corto espacio de tiempo.
Era solamente UN SUEÑO.-
José Vicente Castellanos
Avancé de prisa entre hermosas montañas, bellos caminos, otros parajes y llegué a La Morita, un sector del pueblo donde habito. Alcancé lo más alto del sector deteniendo el cansancio mis pasos.
Encontré un recodo cual oasis del camino; echándome a descansar. Me hacia falta, rehilaba aceleradamente.
El día se había presentado nublado y con sucesivos chaparrones. En el momento en que absorbía nuevos bríos, la niebla opacó totalmente el lugar; mi vista se hizo inexistente.
En un momento imprevisto, de la bruma espesa surgió un murmullo, que poco a poco se hizo inteligible.
Las voces decían, ya llegaron los seleccionados, Se oyeron aplausos y vítores. Me di cuenta, que el motivo de mi caminata no solo era para ayudarme físicamente, sino para tratar de pensar en soluciones prácticas, reales e inminentes, para salvar el problema que nos aquejaba, a quienes dirigíamos el movimiento SCRABBLISTICO NACIONAL. La obtención de los recursos para el viaje de nuestra selección y, estar presentes en el venidero Campeonato Mundial de Montevideo Uruguay.
Mi preocupación se convirtió en regocijo cuando del grupo de voces se oía, que ya se contaba con todos los recursos necesarios para cubrir; pasajes, hoteles, alimentación y viáticos.
Que todos los clubes del país habían logrado la acumulación de tales recursos.
Que el logro obtenido, fue producto del esfuerzo y trabajo mancomunado de todos los scrabblístas del país.
En ese momento alce los ojos al cielo y di gracias a Dios, porque al fin se había podido alcanzar, lo que siempre había deseado acaeciera dentro de nuestro movimiento. La unión de todos, la suma de voluntades, en fin, asumir que la unidad era el único modo de llegar a consolidar la actividad que nos ocupa y desvela. Se había logrado un movimiento autónomo, autosuficiente y no dependiente económicamente de terceras personas ajenas a él.
Observé la partida de nuestros muchachos de la selección en una moderna unidad de transporte, rumbo a su destino; el Aeropuerto Simón Bolívar, de donde volarían a la sureña ciudad de Montevideo.
Luego de una excelente participación, obtuvieron el máximo galardón Mundial; el Campeonato Mundial de nuestra disciplina. Ese logro se nos había escapado en México 2003 y ahora lo rescatábamos, trayéndolo de vuelta a nuestras vitrinas.
En ese momento abrí mis ojos, ya no veía las hermosas montañas, los bellos caminos, ni aquel recodo; no oía voces ni vítores, todo ello se había esfumado. Reinaba la calma.
Entonces me percate que me hallaba en mi cuarto, en mi cama. Regresaba a la dura realidad, había despertado, renació mi preocupación, había estado fuera de la realidad por un corto espacio de tiempo.
Era solamente UN SUEÑO.-
José Vicente Castellanos
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