CRAPULEANDO:
PREFACIO:
Os prometí una crónica excelsa, la mejor que hubiese escrito nunca y a cambio solo os pedí que tuvieseis paciencia, después me di cuenta de que iba a suponer demasiado trabajo y varias semanas de dedicación para alguien tan perezoso como yo y pensé en hacer una crónica regular pero que pudiese acabar en 6 días como máximo. Pero creo que mis fieles lectores no merecían algo así y finalmente decidí ser fiel a mis principios y daros lo que realmente mereceis, una crónica mala pero eso sí acabada en apenas tres días. A cambio he pensado en establecer un premio para aquél insensato o insensata que consiga leerla entera, no es fácil, pero os aseguro que el premio lo merece, pienso regalar al ganador una edición de mis obras completas traducidas a catorce idiomas.
Buena suerte y que la disfrutéis.
VII ABIERTO DE ARGAMASILLA DE ALBA
En algún lugar de Murcia de cuyo nombre no quiero ni acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de pluma en tintero, moral antigua, que quizás algún día estuvo flaco y que desde luego nunca fue corredor. Una olla de algo mas gorrino que berza, pan de hogaza y chorizo las más noches, cabeza de cordero los sábados, patas de ministro los viernes y algún tocino de añadidura los domingos.
Frisaba la edad de nuestro hidalgo más con los sesenta que con la cincuentena, era de complexión recia, repleto de lorzas, orondo de rostro, poco madrugador y de muy pocos amigos.
Quieren decir que tenía el sobrenombre de Crápula o de El crápula (que en esto hay discrepancias entre los que de este individuo despotrican) aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que en todo caso de lo que no cabía la más mínima duda es de que era un autentico capullo.
Aunque esto importa poco a nuestra historia; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de saber que este sobredicho caballero, los ratos que estaba ocioso (que eran los mas del año) se daba a jugar al Scrabble con tanta afición y gusto, que olvido casi de todo punto la práctica del sexo y llego a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió casi todas sus pertenencias para comprar libros sobre ese endemoniado juego, y así, llevo a su casa cuantos pudo haber dellos y de todos ningunos le parecían tan bien como el que compuso el famoso Patxi Navarro (quizás solamente eclipsado por el de Benjamín Olaizola) porque la claridad de su prosa y aquellas intrincadas explicaciones suyas le parecían de perlas, aunque en realidad siendo sinceros no alcanzaba a entender absolutamente nada de todo aquel galimatías.
Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio y desvelabase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mismísimo Alfred Mosher Butts, si resucitara para solo ello.
En resolución, el se enfrasco tanto para intentar jugar bien a aquel maldito juego creado sin duda por el mismísimo Belcebú, que se le pasaban las noches jugando de claro en claro y los días de turbio en turbio; y así del mucho jugar y del poco dormir se le seco el celebro, de manera que vino a perder el oremus.
En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra, como para a la par alimentar su insaciable ego narcisista, hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con su tablero, sus fichas y su lista de scrabbles bivocálicos, en busca de aventuras y así emular las hazañas que había leído realizaban los formidables héroes que aparecían en los libros que había devorado hasta el hartazgo, ganando torneos y campeonatos mundiales y así cobrase eterno nombre y fama. Imaginabase ya el pobre coronado por su pericia en los tableros campeón al menos del torneo de Argamasilla de Alba, y así, con estos tan agradables pensamientos, llevado del extraño gusto que en ellos sentía, se dio priesa a poner en efecto lo que deseaba.
Fue de inmediato a revisar su cabalgadura, sobre todo fue cuidadoso en extremo con el estado de las herraduras, no en vano debía conducirle sano y salvo hasta las lejanas tierras manchegas y pensó que no era caso que la montura de tan valeroso y afamado caballero no tuviese un nombre acorde al de su dueño y varias horas anduvo en tal menester hasta que dio sin saber muy bien cómo ni por qué extraña razón en llamarle Hyundai y hecho esto y pensando en conciencia que también era lógico que el mismo tuviese un nombre que pasase a la posteridad con total justicia de figurar junto a nombres como Enric el Hombre tranquilo o Picciochi El Afortunado y teniendo en cuenta que su periplo Scrabelistico iba a dar comienzo en tierras Manchegas, seria de justicia hacer honor a tal suceso y decidió llamarse El Capulín de la Mancha.
Limpios, pues, sus atriles, hecho del morrión celada, puesto nombre a su montura y a si mesmo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse, porque un jugador andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma. Vino a su pensamiento entonces que había una moza de muy buen parecer que en otras ocasiones le había exhortado a probar sus buenas artes en el torneo al que pensaba dirigirse en breve.
Llamabase Teresa Rubio, y a esta le pareció ser bien darle titulo de señora de sus pensamientos y buscándole un nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de gran señora, vino a llamarla Teresilla de Argamasilla.
Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguardar más tiempo a poner en efecto su pensamiento y una cálida tarde de un 17 de junio y sin dar parte a persona alguna de su intención partió rumbo a Tomelloso, pueblo muy cercano a Argamasilla y donde tomaría cumplido reposo antes de viajar el sábado hacia la gloria o la humillación.
El viaje transcurría sin pena ni gloria y sin ningún acontecimiento digno de mención hasta que en lontananza en un campo cercano El Capulín diviso treinta o pocos mas desaforados gigantes con largos brazos de casi dos leguas y sin pensárselo dos veces arremetió contra ellos mientras vociferaba en voces altas:
- Non fuyades, cobardes y viles criaturas; que un solo caballero es el que os acomete.
- Pues aunque mováis mas brazos que los del gigante Carlos Puente, me las habréis de pagar. Afortunadamente antes de embestir al primero de los gigantes un vigilante de Endesa corriendo hacia él y a voz en grito consiguió detenerlo y no sin mucho esfuerzo y paciencia consiguió hacerle entrar en razón y que entendiese al fin que estaba en un parque eólico.
Finalmente y sin más contratiempos nuestro caballero llego a Tomelloso pero antes de tomarse un merecido descanso para sus molidos huesos pensó en calmar primeramente el estruendo de sus tripas y pensando de que en Argamasilla había casualmente en esas fechas un mercadillo con todo tipo de viandas y pitanzas, se encamino hacia allí dispuesto a yantar cualquiera cosa siempre y cuando procediera de un buen gorrino.
Nada más llegar al mercado y en el primer puestecillo al que le guio el embriagador perfume de la panceta sobre las brasas se dio de bruces con dos extraños personajes, inquirida la moza que regentaba el puesto le explico solícita que se trataba de la bruja Arantxa Delgado y del hechicero Xavi Pique, a la sazón grandes jugadores de Scrabble que iban a competir en buena lid en el torneo al día siguiente al igual que ella misma que se dio a conocer a nuestro hidalgo como Mónica Cantón.
Crapulín pensó que lo mejor sería confraternizar con ellos y a fe que rápidamente hicieron buenas migas incluso lo convidaron a un extraño bebedizo que llamaron Mahou, que al principio estaba fresquito y tenía un beber agradable pero que a los dos minutos y sin entender nuestro caballero que misteriosa brujería era aquella sabía exactamente igual que un vaso de pis de burra embarazada puesto al sol durante cinco horas. Sea como fuere ambos le prometieron que aquel brebaje tenia la milagrosa propiedad de que durante dos días recordaría de manera asombrosa y sin ningún atisbo de duda todos los verbos que ya no conjugaban después de la última edición del DRAE.
En este trance estaban cuando apareció como por ensalmo otra jugadora, se trataba de una venerable anciana, diminuta de cuerpo pero se decía que con una mente gigante y que tenía en su memoria casi todas las palabras del diccionario almacenadas torneo a torneo durante toda una vida de partidas, recorriendo pueblos y ciudades remotas con la sola compañía de su inseparable mochila, Crapulín no daba crédito a lo que oían sus oídos cuando se entero de que Graciela Dalmas tenía ya más de ciento cincuenta años y aun le quedaba cuerda para rato.
Nuestro caballero muy galantemente se ofreció a llevarla hasta su posada (la de ella) que se encontraba muy cercana a la suya (la de él) y después se dispuso a descansar para enfrentarse al día siguiente a la mayor justa que recordaran los tiempos a mas gloria del Ingenioso Hidalgo Don Crapulín de la Mancha.
Levantose al día siguiente no bien había despuntado el alba y tras una reconfortante ducha cogió todos sus bártulos y salió de la posada con el alma llena de ilusión y el estomago vacío de alimento, solo para comprobar horrorizado que su rocín había perdido una herradura, en aquellas circunstancias el viaje hasta Argamasilla se semejaba imposible, rápidamente llamo a MAPFRE que le envió un herrador de guardia, pero era sábado y las tiendas de repuestos de herraduras estaban cerradas así que le llevaría todo el día solucionar el problema, Crapulín no se amilano ante tal contratiempo, entro como un ciclón nuevamente en la posada y como poseído por una legión de demonios destrozo medio baño hasta que logro su propósito que no era otro que el de viajar hasta el torneo montado en el Grifo del lavabo tal y como en su momento ya hiciera el mismísimo Astolfo.
Consiguió llegar a tiempo para la primera ronda, pero eso si con el estomago tan vacío que semejaba el platillo de un mendigo a la puerta del ayuntamiento.
El Pósito de la Tercia, que en otrora debió estar repleto de grano, había sido reconvertido en una sala de exposiciones con cuadros de virtuosos y famosos pintores, Crapulín era un caballero ilustrado que se solazaba sobremanera con el noble arte pictórico y subió ansioso por ver tanta maravilla y al llegar arriba no dio crédito a lo que veían los sus ojos de su cara, en aquellos cuadros no podía entenderse hubiera ni una figura ya fuese humana, animal o de objeto inanimado que pudiese creerse como tal, solo había colores mezclados sin ningún seso ni compostura; horas más tarde Crapulín desvelo aquel misterio, que no fuese tal, si no que siendo el calor tan intenso y tan abrasador , los pobres oleos se habían desparramado por los lienzos y deformado las otrora bellas estampas y figuras, siendo tal, que más les hubiese valido ser expuestos en el horno de alguna tahona.
Quiso el destino depararle en su primera justa, un enfrentamiento con Miguel Feliú bibliotecario de Valencia que vivía entre libros y pareciere ser un rival muy peligroso por tal cosa, pero nuestro héroe con gran despliegue de palabros, ora un URDU ora un CHANTEN ora un ZAMBO o porque no una triste y mísera SARDINA, dio buena cuenta de él.
En su segunda batalla el azar fue duro con él, tuvo que enfrentarse a Pilar Pareja (en los documentos consultados para documentar el presente relato así como en los testimonios populares, ni en ninguna otra forma ni manera, consiguiose saber Pareja de quien); de todos es conocida la caballerosidad y requebranza innata de El Crapulín, así que tuvo que esforzarse sobremanera y traicionar a su propia conciencia para causar derrota a tan gentil dama, pero mal que le supo llevola a buen término.
La tercera fue ante Luis Alonso ( aquí algunas fuentes apuntan a que podría tratarse de algún familiar de Alonso Quijano, un impostor sobre el que circula una historia apócrifa y prácticamente idéntica a la de nuestro héroe); de todos es bien sabido que nunca hay que fiarse de un abogado ni de un cura, aun así Crapulín que siempre fue gran dadivoso con cualesquier menesteroso y viendo que Luis adolecía de una patente bisoñez en el desempeño del juego, le dio unos pequeños y sabios consejos que su sibilino rival se apresto a poner en práctica contra el mismo y aun en un tris estuvo de que no le ganara la contienda.
En esta hora, nuestro caballero aun se mantenía con vida gracias a la generosidad de algunos jugadores vecinos de aquesa villa que habían donado generosamente bollos, rosquillas y hojaldres en cantidades tales que mas pareciera que se avituallaban para una pandemia, pese a eso, Crapulín ya precisaba yantar algo más contundente y se encaminaron prestos a un mesón cercano a llenar la tripa.
Crapulín llego el último porque le resulto complicadísimo encontrar aparcamiento para el Grifo y ya imaginaba carnes, frutas y pescados sin cuento, mesas y mesas repletas de viandas apetitosas, un festín que envidiara el mismísimo Pantagruel, su decepción fue enorme cuando se entero de que por todo menú había un poco de yerba que hubiese desdeñado un conejo famélico y una hamburguesa que el camarero juraba procedía de una vaca rubia gallega y que él hubiese preferido lo hiciese de un buen gorrino, un poco moreno a ser posible y puestos a soñar de Extremadura.
Aun así tuvo que hacer de tripas corazón y resignado cual remero entrando en una galera se dispuso a dar buena cuenta de la hamburguesa y en ese trance andaba cuando trajeron la de Luis que se sentaba frente a él y comprobó con grande pavor que le habían servido un bollo de pan con lo que parecían ser los restos de un brasero.
En la primera partida de la tarde Crapulín se enfrentaba a Santi Rosales, Señor de la AJS y jefe supremo de todas las hordas Scrabbelisticas, cinco Scrabbles en las cinco primeras jugadas con una media de 84 puntos por jugada y nuestro caballero no tuvo más remedio que claudicar.
El hidalgo estaba muy dolorido tras el revolcón y bramaba pidiendo reposición inmediata a tal afrenta y agravio, desgraciadamente tuvo que pagar el pato su gran amigo el Hechicero Xavi Pique al que derroto en una descomunal batalla que recordaran los siglos.
En la siguiente partida, fue la Bruja Arantxa la que tomo cumplida venganza en nombre del Hechicero y propino en carne y huesos de nuestro caballero tal paliza que dejolo dolorido ya de por todo el torneo.
En la última partida de la tarde Crapulín estaba cansado y dolorido, para fortuna suya, Pepe Baynat un duendecillo travieso que venía de Castellón aun lo estaba más que el mesmo y pudo derrotarle sin agotar en demasía sus ya de por si en ese momento extintas fuerzas.
Antes de volver a la posada a descansar sus maltrechos huesos, necesitaba con premura encontrar a la Bruja y al Hechicero que siendo como eran maestros en el arte de la alquimia, raro era no pudiesen proporcionarle algún ungüento o bálsamo para el dolor de huesos y ya de paso algún bebedizo ponzoñoso o algún polvo mágico que le ayudasen a llevar a buen fin su soñada gesta al día siguiente. Los hallo como siempre bebiendo extraños preparados que milagrosamente te hacían ver diablillos con espadas cortándoles las orejas a los niños y gigantes que tragaban y escupían fuego. Lamentáronse sobremanera al no poder proporcionarle remedio o bálsamo alguno para los sus huesos doloridos por desgracia no poseían tanta magia ni conocimiento para componer ni aun una gota siquiera de ese misterioso y milagroso bálsamo que llamaban de Fierabrás, non asin para ayudarle en sus enfrentamientos del día siguiente que para eso si dieronle en esta ocasión a beber una poción que llamaron AMBAR y que era mucho más agradable de tomar que la MAHOU del día anterior y que según le aseguraron era muy poderosa, solo podría usarla en una ocasión y conseguiría que su rival olvidase las conjugaciones de todos los verbos que conociese.
Crapulín empezó a sentirse achispado, no estaba tan acostumbrado como ellos a aquellos extraños elixires, vagó errabundo por el pueblo y non alcanzaba a distinguir nada con claridad, ni siquiera recordaba donde había dejado aparcado el Grifo, inquirió a un barberillo que alcanzo a divisar pero este non respondiole palabra alguna, ni siquiera un gesto fizo, volvió a intentarlo con un tipo alto y desgarbado que montaba un rocín y junto a él un hombrecillo orondo sobre un rucio y junto a ambos dos un galgo famélico, tampoco obtuvo respuesta ninguna, tal parecían convertidos en estatuas por algún hechizo.
Entre brumas pareciole distinguir su Grifo al fin y montando sobre él y evitando en lo posible la carretera general no fuese a ser que en alguna rotonda los alguacilillos hubiesen montado algún control de elixires consiguió llegar a su posada.
Al día siguiente Crapulín se levanto como nuevo, volvió a colocar el Grifo del lavabo tal como estaba y fue a reencontrarse con su fiel montura Hyundai, el herrador le dijo que no había conseguido encontrar repuesto original para la herradura de su rocín, pero que en un desguace había conseguido una de un rucio que la había palmado y que estaban como nuevas, así que la había adaptado lo mejor que supo. Hyundai cojeaba ostensiblemente, pero aun así llevo a Crapulín a Argamasilla con tiempo de sobra incluso de tomar un buen desayuno.
Hacía ya algún tiempo que nuestro caballero venia oyendo hablar, y nunca cosa mala o perniciosa, de una bebida llegada de allende los mares tras el descubrimiento a la que llamaban chocolate y que tomada bien caliente y con no poca cantidad de azúcar resultaba un gran placer para el paladar y reconfortaba sobremanera cuerpo y alma y aun a mas estimulaba hasta el cerebro.
En Argamasilla hallábase un lugar celebre en toda Castilla por su prestancia en preparar tal bebida y allí se encamino nuestro hidalgo dándose de bruces con varios rivales de justa que se deleitaban con tan exquisito manjar. Lo tomo como era costumbre acompañado de porras o churros que de ambas formas se nombra a una masa de harina frita en algún buen aceite según sea la forma que se le componga, sea de lazo o alargada y con un grosor mayor.
En aquella fonda solo aceptaban maravedís como pago y nuestro hidalgo solo disponía en ese trance de la Mastercard y algún céntimo de euro suelto, por suerte Pablo Bach se apresto a sacarlo del tal entuerto pagando la cuenta de todo y aun dejando buena propina de su abultada bolsa.
La primera partida del Domingo era hasta el momento la más peliaguda que había enfrentado nuestro héroe, su rival era ni más ni menos que Pingus el Gran Mago Rojiblanco de Atriles, un gran dominador de la magia negra y que sobre todo odiaba la magia BLANCA, conocedor de trucos y artimañas sin fin y muy sibilino en su juego.
De nada sirviole ante un Crapulín virtuoso en el arte de anagramar las más extrañas palabras y que termino dando con sus huesos en tierra con un ACUSICAS asestado de forma certera que atravesó de parte a parte su yelmo de Mambrino.
Empero el destino tenía reservado para nuestro hidalgo tremendo golpe y en la penúltima y muy importante partida para coronarse campeón quedo enfrentado a Pablo Bach el Generoso un afamado caballero en aquellas lides y para colmo el alma caritativa que salvo a Crapulín de tremenda chanza y oprobio de no poder saldar su deuda en la chocolatería.
De buen caballero es ser agradecido y Crapulín era ambas cosas y en gran grado, tal así fuese que viose incapaz de ganarle en aquella justa y en posición genuflexa entrego el su atril sin presentar siquiera batalla a más honra y fama suya, la cual las crónicas Scrabbelisticas proclamarían hasta el fin de los tiempos del gran caballero El Crapulín de la Mancha.
Cabizbajo y según su creencia sin opción alguna para ganar el torneo ni aun siquiera para entrar en la terna de caballeros señalados por su arrojo y valor en la disputa de las partidas, Crapulín afronto su ultima y a la postre la más feroz y descarnada batalla de las que hasta ahora disputo en parte alguna contra el terrorífico caballero Johnny Pulido al que llamaban el Extranjero por provenir de las Américas de donde salió en busca de más y mejores rivales que los que allí le enfrentaban y según decían discípulo aventajado de Benjamín Olaizola el Prodigioso del que había aprendido todas sus artes guerreras.
Crapulín empezó dominando el combate y sometió a su antagonista hasta casi hacerle morder el polvo, pero en el final de la justa nuestro héroe empezó a desfallecer y Pulido a recomponer sus fuerzas y sanar de sus heridas, cosa sorprendente y que solo se antojaba posible si de alguna forma o manera hubiese conseguido algunas gotas de tan famoso bálsamo que le refirieran Arantxa y Xavi, de nombre de Fierabrás y que Crapulín no podía llegar al entendimiento de cómo un follón de medio pelo como Pulido podía tener en su poder, sospechó y no sin poco acierto que debía habérselo proporcionado Lozano el Sabio, al que otros también nombraban el Sabihondo y que sin ser ni mago, ni alquimista, ni persona de ciencia, tenia tantos conocimientos que era capaz de opinar y adoctrinar de cualquier cosa que en el mundo hubiese y siendo como era gran Señor de Atriles y siendo que Pulido en su huida de las Américas había acabado como miembro de aquesa sociedad secreta, no sería raro ni cosa descabellada que él hubiese proporcionado el bálsamo a su rival.
En ese trance Crapulín no tuvo más remedio que hacer buen uso de la pócima de la bruja Arantxa y mientras pronunciaba el sortilegio mágico que aprendió de aquella:
-Sapos, culebras, muérdago y polvo de asta de ciervo
Que mi hediondo aliento de Ámbar nuble el tu entendimiento
Y que por más que lo intentes a partir de este momento
No sepas como conjuga ni conjugó ningún verbo.
Crapulín arrojo disimuladamente su aliento hacia el rostro de Pulido encomendándose a Dios y al Diablo para que aquello diese resultado pues iba su vida en ello y a fe que lo dio, Pulido tenía en su atril LOCUDAS y loco volviose buscando una palabra válida que le diese el triunfo en tan cruenta lucha, pero dioles vueltas y vueltas y más vueltas a las letras hasta casi marearlas y solo se le ocurrían disparates: LUCADOS, ALCUDOS, CULADOS…había olvidado totalmente como se conjugaba COLUDIR que le hubiese dado el triunfo con COLUDAS. Y eso que Mati Oviedo, una elfo a la que habían expulsado de su bosque por moverse demasiado y espantar a todos los animales intento chivarle la palabreja por medio de todo tipo de susurros, gestos y aspavientos, pero nada fue capaz de deshacer el poderoso hechizo.
El destino en una última y bufonesca pirueta tenía reservada a Crapulín tremenda sorpresa, una rocambolesca y afortunada carambola en los resultados finales lo elevo como a lomos de un Hipogrifo a la tercera posición, nuestro héroe no lo esperaba y se solazo en gran manera cuando vocearon su nombre proclamando su triunfo y aun más completa fue su dicha cuando el premio se lo entregó su amada Teresilla a la cual pudo por fin besar aunque como buen caballero y no habiendo aún ningún compromiso por medio solo osculeo ambas mejillas a su dama que a él le supieron como el mejor de los premios, sin desmerecer el vino y la cuña de queso, por supuesto al punto Crapulín reparo en una concejala que había acudido a aquel lugar como representación de la alcaldía y a fe suya que era bella en grado sumo y de no ser porque su gloria y su fama ya estaban al servicio de su amada Teresilla pensó, y de lo cual arrepintiose al momento, que moza de tan buen parecer bien no desmereciera como dama de un caballero andante.
También le alegro sobremanera el segundo puesto de la Bruja Arantxa, en parte culpable de mi buen resultado.
Y para que el alborozo fuese pleno, el ganador del torneo fue Pablo Bach el Generoso que había salvado a Crapulín de dar con sus huesos en la Cueva de Medrano, tétrico lugar en el que también paso un tiempo un fullero, un gandul, harto de ajos, almario de embustes, publicador de sandeces, gañán, fequín, belitre, socarrón, hideputa bellaco, bergante, malandrín, alma de argamasa, impostor, ladrón de ideas… llamado Miguel de Cervantes y Saavedra, por requebrar, según relatan a una moza de la localidad, Pilar Sánchez de nombre, que era felizmente casada, y más valiera que le hubiesen condenado a cadena perpetua y quemado todas las inmundas y falsas hojas que escribiera en su cautiverio plagiando la vida y andanzas de nuestro héroe y cambiando tan solo su nombre por el de Don Quijote.
También hubo premios para otros muchos jugadores tal que asemejaba que todos fueron premiados, tal generosidad resulto asombrosa a nuestro caballero y más en tiempos nada prósperos.
Pero es de justicia nombrar a todos ellos ya que en cierto modo fueron participes de las aventuras y desventuras de nuestro héroe y en mayor o menor medida ayudaron a proclamar y a amplificar su honor y gloria.
Mejor jugador sub-1800, Luis Alonso, Mejor jugador natural de Argamasilla para Julián Rubio y segunda posición para Mónica Cantón.
Palabra Crapuliana para Pingus por ROCINES
Palabra de mayor puntuación para Johnny Pulido con 167 puntos.
Además la Ajs entrego varios premios de final de temporada:
Mejor progresión para Xavi Pique, Mejor debutante para Mati Oviedo
Campeón de clubes para Atriles. Y seguro que alguno dellos se me olvida, si es así pido perdón por tal afrenta.
Iba vencido y asendereado Crapulín pensativo además por una parte, y muy alegre por otra de retorno a su lugar, si bien había conseguido un meritorio tercer puesto, nunca en tiempo ni lugar alguno fue el tercero mejor que el primero, ni aun que el segundo, asín que con el rabo entre las piernas volvía Crapulín a tierras Murcianas, con el deseo de más pronto que tarde volver a partir hacia otros rumbos en busca de aventuras y esta vez ya por fin coronarse de gloria y fama venciendo a cuantos rivales se plantasen ante él.
SONETO AL CABALLERO DE LA TRISTE FIGURA, AL QUE OTROS LLAMAN EL CRAPULIN DE LA MANCHA:
Ruego a Dios alumbre el mi entendimiento. Para poder glosar tus gestas sin mesura, aquel hombre que más que hombre ya es portento. Y al que todos nombran el de la Triste Figura. En desigual batalla desafío mil rivales. Y ni entre fieras hallose otro rival tan fiero. Cual zarpazos asestaba palabras mortales. Dejando de muerte sembrado el tablero. Por la ancha Castilla resuene esta hazaña. Y que aun siendo tan ancha tu hazaña no quepa. Y relaten tus gestas por toda la mi España. Y no quede una aldea donde alguno no sepa. Que como en campo yermo se extiende la cizaña. Crezca la tu fama hasta en el mundo no quepa. Y sirva esta soneto que a la su fama ensancha
Para ensanchar la gloria de Crapulín de la Mancha.
ELCRAPULA.
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