Y mi texto de palabras raras:
El indio estaba de mal humor. Su caballo lo había acoceado, el cielo estaba anublado y el ambiente, lutoso desde que acusaron a su mejor amigo de dadivado. Todo lo enhastiaba. Para pensar en otra cosa se puso a arencar sobre un tiznero las sardinas sin epitelio que le trajeron de regalo. Lo único que le daba un poco de ánimo era el raga que llenaba el ambiente desde la radio.
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