31 de octubre de 2018

Nigel Richards por cuarta vez es el Campeonato Mundial de Scrabble


‘Groutier’: la palabra que ha permitido a Nigel Richards ganar por cuarta vez el campeonato mundial de Scrabble

El neozelandés ha conquistado también la versión en francés del juego en dos ocasiones, la primera en 2015 sin saber hablar ese idioma.

El campeón mundial de Scrabble, Nigel Richards, muestra el tablero que le dio la victoria en la final del torneo celebrada el pasado domingo en Londres. GETTY IMAGES / VÍDEO: REUTERS (al final del texto)

El neozelandés Nigel Richards sigue rompiendo récords en el mundo del Scrabble, un juego con 70 años de historia que se vende en más de un centenar de países y una treintena de idiomas. Richards, de 51 años, acaba de proclamarse vencedor por cuarta vez en su versión en inglés, en un campeonato celebrado el pasado domingo en Londres.

Una de las palabras que le permitió hacerse con el triunfo fue groutier, que significa taciturno o malhumorado. Gracias a ella, Richards sumó 68 puntos dejando el marcador final en 572 a 450. El californiano Jesse Day quedó en segunda posición y aseguró que había sido “un gran privilegio competir con el mejor jugador de todos los tiempos”.

Un reconocimiento que comparten muchos jugadores profesionales y que el neozelandés se ha ganado a pulso desde que, hace 11 años, comenzó a disputar torneos de Scrabble. En el actual, Richards ha vuelto a ganar el campeonato en su versión en francés, hazaña que ya consiguió en 2015 sin hablar la lengua de Molière.

En aquella ocasión una amiga del jugador contó a un diario local que “Richards desconocía lo que significan las palabras y no podría mantener una conversación [en ese idioma]”. El tetracampeón mundial, ganador también en las ediciones de 2007, 2011 y 2013, ha asegurado que “memorizó el diccionario de Scrabble en francés en tan solo nueve semanas”. La palabra que le dio la victoria en aquel torneo fue el verbo "fureter" (fisgonear).

Richards empezó a interesarse por el Scrabble a los 28 años. "Cuando aprendió a hablar no estaba interesado en las palabras, solo en los números", recuerda su madre, Adrienne Fischer, que le descubrió el juego: “Relacionaba todo con los números. Lo veíamos normal. Nigel era Nigel”. De hecho, Fischer nunca creyó en el éxito de su hijo, porque en la escuela “no era bueno ni en ortografía ni en inglés”.

Su habilidad innata con el Scrabble podría basarse en la memoria fotográfica y en técnicas matemáticas. Huraño y poco hablador, Richards tiende a rehuir las entrevistas y ni siquiera su madre conoce qué trabajo tiene en Malasia, donde reside actualmente. Unir palabras sigue siendo su pasión: ha ganado 2.758 de las 3.600 partidas disputadas en el circuito profesional.

Muchos contrincantes lo definen como “una computadora de barba pelirroja”. Richards tendrá ahora que pensar qué hacer con los 20.000 dólares (unos 18.000 euros al cambio) que se metió en el bolsillo por ser el mejor del último torneo.

Pueden ver un video corto, pulsando aquí 
Todo fue tomado de: El País

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