Llega un día en la vida de todo hombre en el que lo que hasta ese momento fue una maravillosa sucesión de exhibiciones sexuales se interrumpe traumáticamente y una noche descubre horrorizado que es incapaz de terminar lo empezado, a veces incluso es incapaz de comenzarlo, pues bien ese día para mi llego después del pasado torneo de Valencia y por primera vez en mi vida tuve que enfrentarme a una crónica interruptus. Empecé a escribir la misma tarde que regrese del viaje y tras varios días de intentarlo con denuedo tuve que rendirme dejando insatisfechos a la mayoría de mis queridos lectores mientras unos pocos mucho más sensatos exhalaban un profundo suspiro de alivio.
Después de eso me jure a mi mismo que nunca mas volvería a escribir crónicas y supongo que os preguntareis que carajo hago escribiendo esta…el que se pregunte eso es que no conoce a María de Arcos. Así que aquí estoy por primera vez en mi vida y sin que sirva de precedente escribiendo una crónica bajo coacción.
Los prolegómenos del torneo rozaron la disciplina militar, concentración de jugadores en un mismo hotel, pago de inscripción anticipada por Bizum, plazo límite de inscripción, elección del menú por e-mail…tres días antes del torneo yo ya estaba completamente estresado.
La sala de juego se ubicaba en un lugar poco habitual para la práctica del Scrabble, basta con ver a la mayoría de jugadores para darse cuenta de que no han pisado un gimnasio en su vida, ni falta que hace, no recuerdo ahora mismo quien soltó la maldita frase de “mens sana in corpore sano” pero de lo que si estoy seguro es de que era un perfecto imbécil.
Aun así tengo que reconocer que jugar en uno tiene sus ventajas, como si no hubiese podido tener la oportunidad de ver a María con unas ajustadísimas mallas y un top Adidas del tamaño de un cinturón.
Para el control de accesos nos dieron unas pulseritas muy monas de unos cinco centímetros de diámetro que yo inmediatamente me negué a utilizar, hasta que María nos explico que eran para ponérselas en la muñeca ( menos mal no queráis saber lo que había pensado) pero que no había de talla más grande y que podíamos llevarlas en el bolsillo, Montes no debió enterarse de la explicación, se la puso el Viernes para dormir y se levanto con una tremenda inflamación… en la mano, en ese momento pensé que quizás mi primera idea al ver la pulserita no era tan disparatada y ahora que lo pienso…parece ser que desaparecieron al menos cinco pulseras el Domingo…en fin, prefiero no pensar más en ello o tendré pesadillas.
Nunca en mi vida olvidare los cuchicheos y las risitas sardónicas de los deportistas que pululaban por recepción al vernos entrar, alguno incluso tuvo la desfachatez de indicarnos que el hospital quedaba dos calles más abajo, malditos vigorexicos.
La sala era espectacular, amplia, con muchísima luz natural y unas preciosas vistas a los contenedores de basura de la Avenida principal. Para amenizar la espera entre partidas, María logro introducir camuflados en una funda de raqueta de paddle unas galletas minúsculas y unos caramelos tan bonitos que Helen se los llevo todos para hacer pendientes y anillos, una gran cantidad de premios muy trabajados y unas libretas menos trabajadas pero que cumplían su misión perfectamente y además tenían un detalle muy emotivo en su última página.
El cronograma del torneo estaba metido con calzador dentro del horario del gimnasio así que no había tiempo que perder, primer pareo y primer contratiempo, María se había puesto creativa con la colocación de las mesas y nadie era capaz de encontrar la suya dentro de aquel perfecto orden caótico, Carlos Isusi es un tipo encantador al que Dios ha bendecido con infinidad de habilidades, aunque lamentablemente el sentido de la orientación no es una de ellas y termino en la sala de musculación sentado en la máquina de entrenar cuádriceps, por supuesto perdió la primera partida pero eso si volvió a la sala de juego con unas bonitas piernas y unas agujetas terribles.
Pongámonos serios al menos durante un párrafo, para inaugurar el torneo María pronuncio unas emotivas palabras en recuerdo de dos jugadores que nos han abandonado de manera prematura en los últimos tiempos: Chelo Charlan y Juan Novoa, a los cuales saludamos donde quiera que estén, como no podía ser de otra manera con una sonora agitada de bolsas. Bueno la verdad es que yo si se donde estaban en ese momento, en aquella misma sala, sentados en la mesa 14 el uno frente al otro esperando a que la jueza diera de una maldita vez la orden de poner en marcha los relojes, los nuestros con 30 minutos y los suyos con toda una eternidad.
Normalmente en las crónicas repaso una a una mis partidas, pero creo que en esta ocasión os ahorrare los detalles escabrosos de mi nefasta performance para así evitar extenderme innecesariamente con el peligro de que mi relato ágil, conciso, descriptivo y fidedigno se convierta en un ampuloso fuego de artificio, en un farragoso laberinto de palabras rimbombantes y superfluas, en un barroco ejercicio de adjetivos vacuos que solo conseguiría agigantar mis ínfulas infinitas como prócer de las letras, como inigualable orebce del lenguaje y mesías de las crónicas…cuando en realidad no soy mas que un simple cronista de la realidad ejerciendo de notario de los hechos acaecidos, así que os baste con saber que para la hora de comer llevaba dos perdidas y dos ganadas y muy malas sensaciones con mi juego.
Bueno siendo sinceros quizás tenga también algo que ver el hecho de que he perdido mi libreta de anotaciones.
Milagrosamente el torneo se fue desarrollando dentro del horario previsto sin demasiadas dificultades y con cientos de anécdotas que no os cuento para no abrumaros y también para que mi relato ágil, conciso, descriptivo y fidedigno no se convierta en un ampuloso fuego de artificio, en un farragoso laberinto de palabras rimbombantes y superfluas, en un barroco ejercicio de adjetivos vacuos que solo conseguiría agigantar mis ínfulas infinitas como prócer de las letras, como inigualable orebce del lenguaje y mesías de las crónicas…cuando en realidad no soy mas que un simple cronista de la realidad ejerciendo de notario de los hechos acaecidos, bueno está bien os contare al menos una, durante su partida con Montes, Andreu Pont se levanto de repente y salió de la sala algunos dice que para ir al baño…espero que Marina no descubra nunca que a esa misma hora, casualmente, salían de la sala contigua las chicas de la clase de aerobic, por cierto se de muy buena tinta que media hora más tarde salían las de yoga y una hora después las de zumba, las de pilates creo recordar que era por la tarde a las 16:15.
Hacedme caso queridísimos lectores, nunca comáis en la cafetería de un gimnasio, no estoy diciendo que la comida estuviese mala, pero uno no puede evitar sentirse culpable y terminas pidiendo una ensalada y una rodajita de merluza, Joan Lázaro fue uno de los pocos osados que se atrevió a pedir lomo a la plancha y tuvo que soportar las miradas de reprobación de todos los comensales amén de la mirada de desprecio del camarero cuando le sirvió el plato, viendo esta situación yo estaba totalmente amedrentado ante la idea de pedir un postre, finalmente y en solidaridad con Joan decidí pedirlo y os juro que tarde varios minutos en descubrir que el pudding estaba oculto debajo de una hojita de menta y aun tuve suerte, Álvaro Noguer y Rick de las Casas todavía deben estar buscando el tocino de cielo, sospecho que en este caso el nombre del postre no era estrictamente metafórico.
Cuando quise darme cuenta María se llevaba a rastras a los jugadores hacia la sala para jugar la 5 ronda, los mas tardones aun no habían terminado con el salmorejo, yo conseguí camuflarme agazapado tras la barra de la cafetería y entonces al levantar la vista creí encontrarme en el paraíso, había una vitrina repleta de donuts, cruasanes, madalenas, napolitanas, bombas de chocolate, en fin, el sueño de todo jugador de Scrabble.
En un principio me choco bastante, una vitrina como esa en un sitio como aquel, aquello era una contradicción en si misma, pero pensé que la tenían allí como una prueba de voluntad para los socios, una especie de auto flagelo para resistir las tentaciones mundanas, pero los motivos a mi me importaban un bledo y pedí un café y un donuts de chocolate.
-Perdón caballero está usted seguro de que quiere comerse un donuts?
-Por supuesto que sí (conteste indignado)
-Usted sabrá, pero seguro que después se arrepentirá.
-Le aseguro que no me arrepentiré y póngamelo rápido antes de que me descubra María.
Al primer bocado me pareció que estaba un pelín duro, pero tenía demasiada hambre y seguí mordiendo con fruición.
-Señorita, no se ofenda, pero este donuts lleva aquí más de un día – le dije con una sonrisa sardónica.
-Si caballero, exactamente desde el día de la inauguración, son dulces de decoración y están hechos con escayola y pintados a mano.
Creo que escupí suficiente yeso como para enlucir la Giralda a dos capas.
Después de este comienzo de tarde no podía esperar nada bueno, pero fue aun peor de lo que presentía y solo gane una de cuatro, debacle absoluta y mi única esperanza que era ganar el premio sub-1900 se esfumaba, acabé la jornada del sábado en el puesto 25, con solo 3 victorias en 8 partidas y tres rivales directos para dicho premio por delante.
Esperaba que una buena cena disipase de un soplo los nubarrones de tormenta que se cernían sobre mi cabeza y me ayudase a encarar la jornada del Domingo con mejor ánimo, María nos busco un restaurante muy agradable y aunque en un principio su misteriosa ausencia me hizo temer lo peor, tengo que reconocer que cene muy bien, eso sí tres camareros presentaron su dimisión irrevocable esa noche:
PRIMER CAMARERO: Al llegar eran ocho comensales, después llegamos Mari Ángeles y un servidor y nos acomodamos en la punta de la mesa, después llegaron Pingus y Mati y hubo que añadir otra mesa, mas tarde se incorporaron Antonio Álvarez y Carlos Puente y ya no quedaban mesas ni espacio para ponerlas así que tuvimos que apretujarnos para coger todos (bueno, casi mejor utilicemos el verbo caber) y ya la gota que colmó el vaso fue la aparición de el corre mesas (sé que alguno me querrá matar, os pido que me perdonéis pero en este momento soy incapaz de recordar su nombre) todo fue verlo aparecer y el camarero huyo despavorido no aguanto tanta presión.
SEGUNDO CAMARERO: Este fue el encargado de tomar nota de la comanda, no entiendo como después de estar examinando la carta más de media hora todos tenían que preguntar por los platos, tamaño de la ración, precio, ingredientes, tiempos de cocción, aditivos, alérgenos…algunos preguntaban:
-que lleva el wook de verduras con salsa thai?
- pues joder, que va a llevar verduras en un wook con salsa Thai por encima.
-¿Y los gambones al ajillo?
- Pues coño que va a llevar, gambones y ajos,
-¿pero cuántos gambones lleva?
-Siete u ocho
-¿Y de que tamaño son?
El camarero ya estaba un pelín cabreado y a punto estuvo de terminar todo en tragedia cuando alguien le pregunto que llevaban los huevos rotos, pero se contuvo y no pasó a la agresión física, ya el colmo fue cuando Miguel Ángel le pidió la trazabilidad desde origen de todos los vegetales que componían el famoso Wook de verduras. No aguantó más el pobre y corrió a pedir la baja por depresión.
TERCER CAMARERO: Y lo peor aún estaba por llegar, la hora de pagar. Algunos pretendían que la camarera hiciese 19 cuentas separadas con lo que cada uno había pedido, pero ante su fiera mirada y teniendo en cuenta que en ese momento estaba recogiendo la mesa y llevaba varios cuchillos en la mano desistieron de esa opción. Lo de pagar todos 23 pavos a partes iguales parecía tener sus detractores, Andreu y Marina demostrando una gran sensatez y para no verse inmiscuidos en aquel bochornoso espectáculo dejaron 50 pavos y abandonaron el restaurante, algunos mas siguieron su ejemplo pero sin abandonar el restaurante, supongo que querían ver en que acababa todo aquello, unos pocos cogieron la cuenta detallada y calcularon el importe de lo que habían pedido…en ese momento Joan Lázaro sufrió un Dejá vu de cierta situación vivida por él y de la que fui testigo de excepción en Fuengirola hace ya unos cuantos años y en la que nos toco apoquinar a ambos 80 euros que faltaron en un caso similar, comprendo que los que jugamos al Scrabble somos de letras y las matemáticas no son lo nuestro pero todo el lio que se monto por no pagar 23 euros cada uno y al final me pasan la cuenta y el dinero recogido para pagar yo lo que faltaba con tarjeta y me salió por 20 pavos y eso que yo fui el que más pidió y el que más comió, en fin que me quedo estupefacto.
Os preguntareis en qué momento presento la dimisión la tercera camarera, pues fue gracias a mi generosidad al dejar propina, viendo que la cena me salía baratísima añadí a la cuenta 3 euros y la chica decidió retirarse y vivir de las rentas.
Después Pingus propuso ir a un Karaoke a tomar algo, pero todos declinamos amablemente su propuesta.
El Domingo amanecí descansado y con otro ánimo, para empezar en la primera partida tenía el Bye así que pude tomar con tranquilidad un desayuno frugal como en mi es habitual, un chocolate y media docena de churros que se salían de la bandeja y aun llegue a tiempo de ver terminar la partida en mesa 1, cosa que nunca agradeceré lo suficiente pues vi de primera mano una jugada que recordare siempre y que me ha hecho darme cuenta de que incluso los más grandes jugadores pueden cometer errores y que todos somos humanos y en la tensión de la competición a veces dudamos de la palabra más sencilla, de la conjugación del verbo más habitual y nos asaltan de repente nuestras imperfecciones, nuestros seseos, nuestros ceceos, en definitiva una jugada que sin ser siquiera decisiva en el resultado final me hizo sentirme un jugador menos mediocre y me ayudo a juzgar menos severamente mis errores, por supuesto que no pienso deciros cual fue esa jugada, faltaría mas…tranquilo Carlos García que soy una tumba.
Esa experiencia casi mística me hizo afrontar las dos partidas que quedaban con ánimos renovados y con el convencimiento de que podía conquistar el sub-1900, gane las dos y ante dos durísimos rivales como son Antonio Moya y Elena Tazón, aun así necesitaba que Pingus me echara una mano ganando a Sergio Laiseca, por suerte fue así y obtuve una recompensa quizás excesiva para mi desempeño en el torneo pero muy satisfactoria y balsámica para mi orgullo herido.
Ya solo quedaba la ceremonia de premiación, que por cierto estuvo muy bien organizada, bueno como todo el torneo en general, a ver si va cundiendo el ejemplo y los clubes se van poniendo las pilas e intentan ir mejorando en todos los aspectos organizativos, se de primera mano que cuesta mucho trabajo organizar un torneo y que nunca vas a conseguir que sea a gusto de todos y también se que los jugadores de Scrabble de nuestro circuito son muy amables y siempre felicitan a los organizadores como si fuese el mejor torneo en que han estado y sinceramente creo que es contraproducente, no se trata de criticar a nadie ni de ser desagradecido con el esfuerzo realizado, pero si deberíamos, siempre amablemente y con buen talante, manifestar las cosas que no nos han gustado y que creemos que se podrían subsanar o mejorar para torneos posteriores. Y para muestra un botón, me es muy difícil encontrar alguna pega en este torneo de Sevilla, todo ha estado casi perfecto, pero sería una mierda de ejemplo si no criticara algo, así que diré que posiblemente y esto es algo muy subjetivo, me hubiese sentido mas cómodo con un torneo a 10 rondas, se hubiese relajado un poco el estrés entre partidas y algunos hubiesen podido terminarse el salmorejo, por lo demás un torneo de altura, mis felicitaciones a Azeuxis.
-Premio Azeuxis a la partida ganada con la menor puntuación, para la debutante Mati Oviedo, se acabo la tranquilidad en los torneos de Scrabble esta chica es un terremoto, salió a recoger el premio dando unos saltos impresionantes, en ese momento agradecí al Altísimo que el torneo fuese el de Sevilla si es en Madrid en el Persal atraviesa el techo y aparece en la recepción del hotel.
-Premio al mejor sub-1900, para el gran Crápula, aunque en realidad no tuvo ningún merito antes de empezar el torneo ya era el mejor sub-1900 con lo cual solo hizo lo que tenía que hacer.
-Tercer clasificado, Yaiza Martínez una gran jugadora recién recuperada para el Scrabble. Recuerdo, como si fuese ayer, el primer día que apareció por el club Escrabelico, venia de OPQA y creo que no había jugado nunca en tablero o al menos muy poco y nunca con reloj por medio, así que puedo decir con orgullo que su primera vez fue conmigo y aquel primer día, mucho antes que Serge Emig, ya dije que era una jugadora de grandísimo nivel y que llegaría a donde ella quisiera llegar.
-Segundo clasificado, una sorprendente María de Arcos, sorprendente no porque no pueda quedar segunda, puede quedar incluso primera con su altísimo nivel, si no porque se lo difícil que es volcarse en la organización de un torneo y estar atenta a todos los detalles y mantener la máxima concentración después durante el juego. Impresionante.
-Campeón del torneo, Álvaro Llorona Noguer, ha estado meses retrasando su vuelta a la competición diciendo que si no se sabía las de tres, que si habían quitado ABINAR que era un verbo que le daba mucho juego, que si al no valer IN se liaba en las paralelas…Alvarito querido porque no te metes el IN donde te quepa, por supuesto me estoy refiriendo en DINORNIS y ya no quiero “INsidir “mas en el tema (Jajajajajjajaja…).
Y finalmente un premio especial creado por Azeuxis a la mejor palabra y que fue a parar a las mejores manos posibles, el premio Chelo Charlan para Carlos Puente por TABLOIDE.
Este ha sido sin duda un torneo de altísimo nivel, tanto en organización como en participación, es muy difícil reunir bajo un mismo techo a tantos jugadores excepcionales, posiblemente imposible, ni siquiera en un mundial, quizás solo pueda conseguirse algo parecido en una barbacoa en casa de Luis Picciochi, pero eso ya son palabras mayores, enhorabuena Azeuxis y seguid así porque a partir de hoy voy a ser muy exigente con vosotros, olvidado queda aquel famoso torneo en ASTERVION con su no menos famoso arroz con higadillos de pollo, empieza una nueva era en vuestro club. Eso si María, tengo una petición especial para ti, en el próximo torneo relájate un poquito.