Las madres scrabblistas tienen mágicas palabras para usar en cualquier ocasión, desde largas listas con todas las formas para decir te amo hasta aquellas para que un regaño no suene feo.
Una madre que juega Scrabble vigila la ortografía de sus hijos (y la de los amigos de los hijos, la de sus nietos, amigos, allegados y hasta desconocidos).
Estas madres presumen de su habilidad para sacar cuentas sin usar calculadora; encontrar el lugar más estratégico para colocar cualquier cosa, organizar encuentros en los que haya de todo y para todos y, especialmente, que el tiempo alcance, porque saben cuánto es el costo de un minuto.
Las madres que juegan Scrabble tienen un humor increíble, porque experimentan en cada partida la emoción del evento lúdico, pero también el encontrarse con los amigos y compartir con alegría todo lo que han aprendido desde que se vieron la vez pasada.
Las madres scrabblistas son geniales, alegres y creativas… eso lo hemos experimentado desde siempre.
