Este texto, pequeño homenaje a Juan, irá en una de las páginas del cuadernillo.
Se trata del inicio de un artículo suyo, que elaboraba tomando como punto de partida el scrabble, seguido de una semblanza de su personalidad:
“EL PODER DE UNA PALABRA (7 de julio de 2022).
En el juego del scrabble el significado de las palabras no importa. Un millón y un billón valen lo mismo y sobre el tablero obtendrá más puntos el jugador que mejor aproveche las casillas. Si pones ZAS con la Z en un triple, obtendrás una puntuación altísima, aunque no hayas puesto más que una onomatopeya que imita el ruido de un golpe. Tu oponente puede poner EBURNO, o FELÚS, que nadie conoce, pero apenas va a aumentar su puntuación y nadie le va a felicitar por su dominio del idioma.
En la vida real, que no es un juego, aunque a veces lo parece, lo importante son los significados”.
Juan conocía bien el poder de la palabra. Se caracterizaba por sus convicciones firmes y su predisposición al diálogo. En los 9 o 10 años que traté con él en el mundo del scrabble, interaccionando en sus escritos en redes sociales, creo que la palabra que mejor le cuadraba era su bonhomía. Irradiaba su carácter afable los jueves cuando venía al club a echar unas palabras, tanto en el tablero como fuera de él, así como en los múltiples torneos que jugó; sus gestos amables y su risa, franca y con un punto de socarronería, era lo primero que detectaba yo cuando entraba por la puerta del club.
Todavía miro hacia esa puerta los jueves por la tarde, esperando, o queriendo esperar, su presencia.
En el scrabble también conocía bien el valor de las palabras: era un jugador potente y temible. Al borde de los 2000 puntos de elo, que para quienes jugamos sabemos que eso ya es un marchamo de calidad, te podía sorprender en cualquier momento, con alguna lista de palabras raras, como las de las tres oes. Con un total de 569 partidas oficiales jugadas, obtuvo en la modalidad de clásicas 3 victorias y otros 7 podios en total. En la modalidad de duplicadas alcanzó 8 podios y 2 victorias.
Pero más allá de sus logros en el juego, como bien nos dice en su texto, en la vida real lo importante son los significados. Y él fue un significado muy importante en el Club Atriles, tardaremos mucho en olvidarlo.
Te queremos, Juan.
José Antonio Lozano,
presidente del club de scrabble Atriles.