Vídeo enviado por: Olivia Chang
La boliviana chozpaba como un cabrito y reía de la venganza que le había preparado a su vecino micho. Parecía tan inocente con unos grandes ñorbos verdes que nadie sospecharía que era ella la autora de la travesura. Mientras ensugaba unos cibis que preparaba para el almuerzo, miraba un florero con ñorbos y no paraba de reir. Había empellido la puerta de la casa vecina hasta dejarla bien ajustada y después había enroñado el picaporte con cagaluta lanada. Esperaba que el vecino se llevara su merecido por dejar siempre la basura pestilente tirada por el suelo frente a la casa. Ella era muy ambientalista y él, muy cochino.