Benjamín Olaizola comparte con el argentino Diego González, el privilegio de ser el número uno mundial. Ha jugado cuatro finales mundialistas de las que ha ganado dos, amén de sumar hasta cuatro títulos nacionales de Venezuela. Aspira a ser el primer tricampeón en español, pero más aún, sueña con lograr el primer mundial de duplicadas para su país. Sin duda alguna es uno de los grandes del scrabble.
¿Cuándo empezaste a jugar y cómo?
Comencé a jugar en familia en el año 1998. Desde el primer momento el juego me enganchó a tal punto que nos sentábamos todos los días a jugar por lo menos una partida. Comúnmente jugábamos mi padre, mi hermano, mi hermana, mi cuñado y yo.
Fue finalizando ese año que gracias a un artículo de prensa me enteré de que Mattel invitaba a personas de cualquier edad a participar en el II Torneo Nacional de Scrabble, con opción de representar a Venezuela en el II Campeonato Internacional de Scrabble en Español a celebrarse en Ciudad de México.
Ese fue mi primer contacto en torneos competitivos y a partir de ese momento no he dejado de participar a nivel nacional. En torneos internacionales comencé a asistir a partir de Santiago de Chile en el año 2000 y solo he faltado a la gran cita mundialista en los años 2005 y 2014.
¿Cuáles son tus virtudes y defectos en el juego?
Virtudes: analítico, tenaz, disciplinado y en ocasiones obsesivo, jejeje.
Defectos: no incorporar más sustantivos a mi vocabulario, no ver atriles sencillos como LATIERA, etc, etc, etc…
Desde tu debut en Chile 2000 has acumulado numerosos títulos nacionales e internacionales, así como posiciones privilegiadas en los distintos rankings. ¿Cómo se mantiene un jugador en tan alto nivel competitivo temporada tras temporada? ¿Sigues fijándote objetivos concretos?
La constancia en cualquier disciplina no es tarea fácil. En estos 16 años que vengo practicando el juego he ido replanteándome continuamente las decisiones que tomo en cada jugada a lo largo de un partido. Generalmente, son en promedio alrededor de 13 jugadas o decisiones que tomamos los jugadores de Scrabble antes de concluir un encuentro, y soy del pensar de que cada jugada o decisión es determinante en un partido, indistintamente de la fase en la que nos encontremos: inicial, media o final.
En los actuales momentos, por ejemplo, salvo excepciones, no cedo la casilla central al inicio de un partido, minimizo los cambios de fichas, al momento de decidir una jugada pienso en el atril actual (presente) y generalmente trato de hacer mi mejor jugada (mayor puntuación). Dependiendo de las opciones que me brinde el tablero decido cambiar o no la Q, entiendo que el comodín es una ayuda a tu atril y lo utilizo en muchas ocasiones sin colocar un Scrabble, juego en función de hacer puntos, puedo decidir aun con un score estrecho jugar un final con la Q muerta. Esos son, entre otros, algunos cambios que he ido implementando en mi forma de jugar.
En relación a la segunda pregunta, un objetivo concreto sería ganar el tricampeonato mundial en la modalidad clásica para mi país, el cual me fue esquivo en los mundiales de México 2011 y España 2012.
Un objetivo soñado sería ganar el primer mundial en la modalidad duplicada para mi país.
A juicio de muchas de las grandes figuras del Scrabble, se te considera un jugador de amplio vocabulario, mucha fuerza psicológica para afrontar las partidas y un gran estratega. Las mejores dosis para obtener buenos resultados. Con esos factores de juego presentes, ¿en qué tanto por ciento distribuirías el azar, estrategia, vocabulario y psicología en el Scrabble y cuál te motiva más?
El azar lo dejaría a un lado puesto que está de manifiesto a lo largo de la partida y no podemos hacer nada para eliminarlo; lo único que puede hacer un jugador es contrarrestarlo con sus decisiones. Lo psicológico es caer en el terreno de lo intangible por lo cual recomiendo no tomar en cuenta ese factor como fortaleza de un jugador. Hablaría de principios en el Scrabble como un todo y la estrategia como un medio, los principios no cambian, la estrategia sí, dependiendo del momento de la partida. En vez de hablar de porcentajes, preferiría colocar las variables que debe tomar en cuenta un jugador de Scrabble para poder alcanzar posiciones privilegiadas, entre las principales diría: vocabulario, estrategia, capacidad para ver anagramas, visión de tablero, comprensión y análisis para la toma de decisión en un final de partida.
Amén de individualidades, Venezuela es hoy por hoy indiscutiblemente el mejor equipo, una vez que dos títulos mundiales consecutivos lo avalan. ¿Cuál es la razón del alto nivel de la vinotinto en la competición escrablera?
Considero que la gran diferencia con relación a otros países radica en el gran deseo de ganar la Copa de Naciones año tras año.
Esta temporada el Scrabble venezolano parece haberse abierto a más jugadores con opciones a reivindicarse. Se han reducido las distancias con los habituales favoritos y se les han unido nombres en alza. ¿Ves la posibilidad de que se produzca una renovación entre los tradicionales aspirantes al título?
A decir verdad, y no solo por los actuales resultados, veo a Marcos Araque y Luis Enrique Oliveros como los posibles nuevos aspirantes al título en esta temporada y en las próximas en el Scrabble venezolano.
Al juego venezolano para nada se le asemeja el aperturismo argentino y quizás la estrategia sea el valor más importante en vuestros tableros. ¿Existe una dinámica concreta de juego en el Scrabble venezolano?
El juego venezolano a mi parecer desde hace varios años tiene un estilo propio. Me parece que si hablamos de sistemas de juego, en los actuales momentos nos asemejamos más al juego español. Considero que nos encontramos aún en la búsqueda de conseguir un sistema de juego que mantenga un equilibrio perfecto entre jugar en función de colocar scrabbles y/o preferir hacer más puntos turno tras turno. En muchas ocasiones me han insistido en sacrificar en un turno 15 puntos o más porque hay muchas “probabilidades” de hacer un Scrabble; yo siempre respondo que en vez de hablar de probabilidades prefiero hablar de certezas.
A nivel internacional, ¿qué jugadores te han sorprendido en los últimos años y a quiénes destacarías en las diferentes facetas del juego: azar, estrategia, competitividad, vocabulario o psicología?
En los últimos años me han sorprendido gratamente por su avance sostenido Juan Carlos Ayala, Carlos García y Ricardo Bondino, entre otros. Destacaría en vocabulario por ejemplo a los grandes Blai Figueras, Serge Emig, Luis Picciochi y Diego González.
Ahora, considero a Enric Hernández en la modalidad clásica un jugador tremendamente completo, posee un buen vocabulario, es excelente estratega y sumamente competitivo.