Se dice que un abrazo para que sea sentido y llegue al corazón debe durar ocho segundos como mínimo. Cuando lleguen a Granada, se crucen o simplemente se vean en la sala de juego, no lo duden, lleguen al corazón.
No olviden que cuando besen a un español son dos besos, no lo dejen en posición ridícula y si son franceses cuatro. Eso sí, hagamos de buenos anfitriones y adaptémonos, si solo es un beso en la mejilla, pues un beso. Y si dan la mano, aprieten que es gratis y reconforta.
No se molesten o se rían si un español lo COGE todo, el autobús, las fichas, un resfriado, la mano. Se lo dirán a menudo. No se sientan extraños, si sos vos, ustedes o tú, da igual, significa lo mismo.
Se dice también que un recuerdo de treinta segundos mínimo se queda grabado. Acuérdense de los que no verán a causa de asuntos familiares, laborales, económicos, de salud, o simplemente porque no disponen de tiempo. Pero eso sí, no olviden, a los que es imposible ver más. No quiero nombrarlos por no dejarme a ninguno. Los extrañamos en cada competición. Los extrañamos siempre.
No hablen de asuntos políticos, en un mundial a nadie le importa como sea el régimen político de su país, ni su propio pensamiento o ideología, o al menos no debería importarle. Esto es un juego, y somos sobre todo amigos y compañeros.
Muevan las bolsas con las fichas al comenzar, es una tradición que nunca debe perderse. Hablen en las terrazas, jueguen partidas sin fin en cualquier esquina del Hotel. Sueñen que hacen el mundial de sus vidas, y no se enojen si no es así.
En España se dice que TODO ES POSIBLE EN GRANADA.
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