24 de diciembre de 2017

Efecto Cocuyo y la AVS


Violeta Verde tiene 72 años y siempre va preparada. En la cartera carga su tablero, los atriles y la bolsa con las 100 fichas, lista para jugar una partida. Juega “profesional” desde 1997, pero asegura que aprendió a escribir en la primaria gracias al juego. A veces le toca cuidar a sus nietos, pero el jueves 21 de diciembre “se escapó” para celebrar los últimos duelos del año en la plaza de Los Palos Grandes. 2017 fue un buen año para la Asociación Venezolana de Scrabble (AVS): el grupo de venezolanos ganó su quinta copa mundial de forma consecutiva.
Venezuela no solo es potencia en concursos de belleza, sino también en lo que lo miembros de la AVS califican como un “deporte de la mente”. El país acumula siete coronas en el Miss Universo, pero también siete copas mundiales de Scrabble en español en la modalidad de equipos.
La última victoria de la selección venezolana quedó estampada en octubre de 2017 en Asunción, Paraguay. A nivel individual, el desempeño del equipo tricolor no es menos competitivo: en esta categoría Venezuela se ubica en el tercer lugar con cinco victorias. El nivel de los venezolanos en el juego de letras es equiparable al de los argentinos y los españoles, las otras dos potencias entre las que se disputan las copas todos los años.
Lo que empezó como un juego para Rosario Suárez pronto se volvió algo serio. Su primera competencia la tiene fresca en la memoria: por ser profesora de Castellano de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel) a Rosario la postularon para competir en un evento de la casa de estudios. Llegó sin preparación, solo con lo que sabía: unas cuantas partidas jugadas en casa y las nociones básicas del Scrabble. Quedó en el puesto número 15 de una tabla de 35, incluso el equipo de profesores de matemática le dio una paliza al suyo.
“Me dolió en el ego. Quedé picadísima y con la moral por el suelo porque yo soy muy competitiva”, recuerda. Practicó para dar la revancha, y la dio. Hoy día es la presidente de la AVS y ha representado a Venezuela en competiciones internacionales.

Rebeca Capriles (izquierda) y Violeta Verde celebran la última partida de un año de lujo para los scrabblistas
Sin embargo, Rosario sabe que las palabras no son suficientes para ganar. A la par del vocabulario está el pensamiento estratégico. Las fichas sacadas de la bolsita deben ser usadas de forma inteligente para poder lograr la mayor cantidad de puntos.
Esa, dicen los heptacampeones, es una de las fortalezas que tienen los jugadores venezolanos frente a sus contrincantes. Incluso el bicampeón mundial y cuádruple campeón nacional de Scrabble, Airán Pérez, habla de la estrategia como su premisa. “No hay atril malo”, lo citan sus compañeros de la AVS.

Entrenamiento de mundialistas

La preparación es clave para llegar a la copa mundial y los jugadores de la AVS no dejan su suerte al azar. Juegos cara a cara en los clubes de Scrabble regados por todo el país, duelos contra máquinas y hasta una aplicación móvil sirven a los scrabblistas para entrenar la mente.
“Una forma de estudiar es compitiendo en vivo. Tu contrincante es la persona perfecta para aprender nuevas palabras. También para descubrir jugadas o estrategias que no habías visto antes”, asegura Rosario Suárez.
Una forma de entrenamiento más novedosa que adoptó la AVS fue la aplicación Anagramania, una herramienta creada por José Luis Rodríguez y Javier Lattuf, dos programadores y jugadores de la asociación, para optimizar el aprendizaje de nuevas palabras.
La aplicación cuenta con un software que recoge una lista de más de 600 mil palabras válidas en el Scrabble en el Español y que permite filtrarlas por categoría para facilitar su búsqueda. Por ejemplo, un jugador puede elegir la opción de ver todas las palabras que terminen en “Z” y que tengan cinco letras para estudiarlas con mayor rapidez.
“Notábamos que había mucha lentitud a la hora de validar si una palabra era correcta o no; mucha imprecisión en la conjugación de los verbos y lentitud en el aprendizaje. Los jugadores estaban obligados a hacer largas listas revisando el diccionario“, explica Lattuf sobre la iniciativa que empezó en el año 2010 y que ha servido a los scrabblistas venezolanos.
Pese a contar con estas herramientas, la asociación afirma que su éxito radica en la disciplina y en el pragmatismo de los venezolanos. Y Rosario Suárez insiste en que la clave es continuar formando generaciones de relevo para que la palabra “campeón” aparezca siempre al lado de “Venezuela“.
Los principales puntos de captación son las escuelas de Letra, aunque en todas las facultades universitarias hay potenciales jugadores. Hay varios mitos contra los que debe luchar la AVS: que el Scrabble es un juego “elitista” y que es para las personas mayores.
“Nuestra jugadora más joven entró a los 15 años y el mayor tiene 75”, apunta Rosario. La docente de Castellano añade que incluso llevó el juego a una clase en un liceo ubicado en una zona popular y que la respuesta fue positiva. “Yo fui con miedo porque pensé que a los jóvenes no les iba a gustar, pero quedaron enganchados”, relata.
Tras un desempeño impecable en el campeonato mundial, el reto de la AVS es mantener una plantilla “de lujo”. “Lo bueno del Scrabble es que no tiene límites ni de edad ni credo ni postura política, Nos interesa que la gente juegue. Hemos tenido 21 años de buen Scrabble y tenemos que dejar una generación de relevo”, asegura.
A partir del 8 de enero de 2018 se reanudarán las partidas de Scrabble y ajedrez en la Plaza de Los Palos Grandes. Es gratuito y solo hay que llevar el juego. Los scrabblistas están presentes en el lugar todos los martes de 4:00 pm a 7:00 pm, y en el centro comercial Líder previo acuerdo.
Tomado de: Efecto Cocuyo

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